Un año después del derribo del vuelo PS752 de Ukraine International Airlines, Irán sigue escondiendo pistas para esclarecer el trágico evento.
Por Primer Informe
Los países de origen de los asesinados en el ataque denuncian la falta de transparencia y responsabilidad en la investigación iraní. Los persas solo se preocupan por esconder la mediocridad de sus propias fuerzas armadas.
Mientras tanto, agentes del régimen hostigan a los familiares de las víctimas para que dejen de denunciar lo sucedido.
El derribo el avión ucraniano provocó un estallido de malestar en todo Irán. Profundizó la desconfianza pública en el gobierno. También dañó aún más las relaciones de Irán con Occidente.
Después de tres días de negación ante la creciente evidencia, Irán admitió que sus propias fuerzas de defensa aérea derribaron el avión por error.
Un error forzado
Apenas unas horas antes del accidente, Irán había disparado misiles balísticos contra bases estadounidenses en Irak. El ataque era una represalia por la muerte de Qassem Soleimani en Bagdad.
Temerosos de las represalias estadounidenses, oficiales de nivel inferior confundieron el Boeing 737 con un misil de crucero estadounidense. Los mandos superiores estaban ausentes y la decisión recayó sobre un operador de misiles que abrió fuego en violación del protocolo. Ese es el recuento oficial iraní.
El avión civil, con destino a la capital ucraniana de Kiev, explotó. Los cuerpos de los pasajeros, incluidos 82 iraníes, 57 canadienses y 11 ucranianos, fueron quemados. Quedaron irreconocibles y esparcidos por un campo en las afueras de Teherán.
Eran estudiantes, recién graduados, recién casados, médicos, padres e hijos. La más joven era una niña de 1 año.
Inmediatamente después, Irán negó las acusaciones internacionales del derribo y trató de despejar el lugar del accidente y ocultar evidencia del intencional derribo del avión ucraniano.
Las excavadoras rodaron hacia las tierras de cultivo, barriendo los escombros del avión, según los relatos de un informe del gobierno canadiense publicado el mes pasado.
Los aldeanos locales recogieron los escombros y se guardaron objetos de valor.
Escodiedo evidencia
«Despejar el sitio es muy inusual y absolutamente contra el procedimiento de la OACI de catalogar cada pieza de evidencia», dijo Jeffrey Price profesor de aviación estdounidense. La OACI es el brazo de aviación civil de la ONU.
Para socavar aún más su credibilidad, Irán se negó a entregar las cajas negras del avión.
Varias familias dijeron que los teléfonos celulares de sus seres queridos fueron retenidos o devueltos con chips de memoria extraídos.
Eso generó preguntas citadas en el informe canadiense sobre lo que quería esconder Irán de los últimos momentos de las 176 víctimas del derribo del avión ucraniano.
Cuando el encubrimiento se vino abajo, las fuerzas de seguridad tomaron medidas enérgicas contra los manifestantes indignados por la tragedia y el engaño de su gobierno.
A las familias no se les permitió realizar vigilias a la luz de las velas. También se negaron sus solicitudes de entierros privados.
En cambio, las autoridades cubrieron los ataúdes con mensajes que decían: «¡Felicitaciones por tu martirio!»
Persecución a las víctimas
Se vio a oficiales vestidos de civil entre los dolientes en los funerales en todo Irá, y los que asistieron a los servicios fueron convocados más tarde para ser interrogados en las oficinas de inteligencia del gobierno.
En pocas semanas, dicen las familias en Irán y Canadá, comenzaron virulentas campañas contra ellos.
Hamed Esmaeilion, el portavoz de la asociación de familias de las víctimas con sede en Toronto, dijo que una docena de familiares en todo Canadá denunciaron acoso, que van desde mensajes de odio.
También hubo llamadas telefónicas amenazadoras hasta automóviles sospechosos que los seguían en vigilias o se estacionan frente a sus casas por la noche.
Con información de AP.
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