María Ribas, una deltana que vivía en el centro de Tucupita, abandonó su trabajo como docente temporalmente, y arribó a Ciudad Bolívar el pasado lunes para dedicarse a trabajar como doméstica. Lo ha hecho “con tal de comer”.
Amador Medina | Radio Fe y Alegría Noticias
Ribas decidió dejar a un lado su trabajo como maestra solo para irse a trabajar a Ciudad Bolívar en casa de una familia. Ella asegura que se debe a lo poco que gana un trabajador por el Ministerio de Educación.
La ciudadana gana a 1 millón 600 mil Bs quincenal: una cantidad que solo le alcanza para un kg de azúcar.
María, de 26 años de edad, no tiene hijos ni esposo. Tomó la decisión de marcharse a Ciudad Bolívar para trabajar en casa de familia donde asegura tendrá un mejor pago, que le permitirá ayudar a sus envejecidos padres.
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