El gobierno de Estados Unidos se refirió este martes a los escándalos de las campañas de vacunación contra el COVID-19 que sacuden a países de América Latina, haciendo un llamado a la transparencia del gobierno para luchar contra la corrupción.
“Toda persona que se adelanta debe tener una justificación que todos entiendan”, indicó Jon Piechowski, subsecretario adjunto de Estado de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental.
“Mucha gente quiere recibir la vacuna. Si hay un proceso abierto, donde la gente ve y comprende quién recibe las dosis, o por qué motivos, contribuye a un mejor manejo”, añadió el alto funcionario del Departamento de Estado, en conferencia de prensa en la que participó Infobae sobre la corrupción en la región.
Los escándalos han sacudido a varios países, principalmente a Argentina y Perú, donde funcionarios y allegados recibieron inoculaciones contra el coronavirus sin estar en los grupos de prioridad.
“Destacaría la importancia de la transparencia donde hay colas y esperas por la vacuna”, expresó Piechowski.
En un plano más general, comentó: “La corrupción es un flagelo en países por todo el mundo. Sabemos que envenena a los gobiernos y hace pudrir a la sociedad entera”.
Por su parte, Heide Fulton, subsecretaria adjunta de Estado de la Oficina de Programas para el Hemisferio Occidental, consultada sobre dichos escándalos, destacó la importancia de los trabajos de prevención en el fortalecimiento de los sistemas y las estructuras del Estado, para “minimizar los espacios en los que la corrupción puede florecer”.
Este martes, el Departamento de Estado presentó el premio “Campeones Internacionales Anticorrupción”, con doce galardonados, entre ellos dos latinoamericanos: Ardian Dvorani de Albania, la fiscal general Diana Salazar de Ecuador, Sophia Pretrick de los Estados Federados de Micronesia, Juan Francisco Sandoval Alfaro de Guatemala (jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad), Ibrahima Kalil Gueye de Guinea, Anjali Bhardwaj de India, Dhuha A. Mohammed de Irak, Bolot Temirov de la República Kirguisa, Mustafa Abdullah Sanalla de Libia, Victor Sotto de Filipinas, Francis Ben Kaifala de Sierra Leona y Ruslan Ryaboshapka de Ucrania.
“En todo el mundo, la corrupción amenaza la seguridad y la estabilidad, obstaculiza el crecimiento económico, socava la democracia y los derechos humanos, destruye la confianza en las instituciones públicas, facilita la delincuencia transnacional y desvía los recursos públicos y privados”, dijo en un comunicado el secretario de Estado, Antony Blinken. EFE