Con el arresto de Emma Coronel, la esposa del narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán, los planes para convertir el nombre del narco en una marca se posponen.
Durante el juicio a su marido, Coronel acaparó todos los focos de la prensa rosa. Hasta la llegaron a comparar con las famosas Kardashian y apareció en un reality show. La ex modelo intentó aprovechar su fama para promocionar una marca propia y otra con el nombre de su esposo.
Pero las investigaciones terminaron vinculándola a ella con el grupo criminal que dirigía su esposo. Coronel está presa acusada de participar en el tráfico internacional de drogas.
La vinculan con el tráfico de cocaína, metanfetamina, heroína y marihuana, según un comunicado del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Lejos quedaron los días en los que trató de hacer un negocio con su fama.
El diario El País, reportó que intentó capitalizar la fama generada en torno a su imagen, siempre a la sombra de su marido.
De esa manera intentó vender una marca de ropa. También todo tipo de merchandising. Gorras, sudaderas, fundas para celular y camisetas, todo a lo que se le pudiera imprimir un logo.
El nombre El Chapo Guzmán fue presentado ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos. Su logo era la cabeza de un león junto a las tres palabras.
Otra de las hijas del narco, Alejandrina Guzmán Salazar, hizo lo mismo con El Chapo 701, por el número que tenía el narco en prisión.
En uno de los anuncios televisivos de la cadena VH1 se ofrecía con expectación la aparición en el reality show de Mrs. El Chapo.
En la promoción, Coronel aparecía subida en la proa de un lujoso yate blanco. Sonreía y vestía de blanco con unas gafas de sol que tapaban la mitad de su rostro.
Participaba del negocio
Ahora todos los planes de negocio para convertir al narco en una marca se cayeron. Ahora tiene que asistir como imputada a audiencias en un tribunal federal del Distrito de Columbia.
Además, está acusada de haber ayudado al Chapo a llevar a cabo una de las fugas más mediáticas de la historia: su huida de la prisión de alta seguridad mexicana de El Altiplano. La que sucedió en 2015 a través de un túnel que conectaba la ducha de su celda con una casa de seguridad.
Según las autoridades estadounidenses, Coronel tramaba junto a la gente de confianza de Guzmán otra fuga en 2017, poco antes de la extradición del capo a Estados Unidos.
Coronel conoció a Guzmán Loera, El Chapo, en una fiesta en un rancho. Ella tenía 17 años y acababa de ganar el concurso de reina de la belleza de Sinaloa. Él tenía 51 y ya era jefe de la mayor organización criminal del mundo.
Con información de El País.
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