El diputado conservador alemán Nicolas Löbel ha entregado hoy su acta de diputado del Bundestag y ha anunciado que abandona la política tras conocerse su implicación en un caso de corrupción relacionado con la pandemia al que los medios alemanes han bautizado «Maskenaffäre».
Löbel, de 34 años de edad y diputado por Mannheim, se había embolsado 250.000 euros en comisiones a cambio de recomendar a varias instituciones la compra de determinada marca de mascarillas, según desveló la semana pasada el semanario ‘Der Spiegel’.
Las presiones desde su propio partido no se hicieron esperar. «Quien se enriquece personalmente no es un representante del pueblo y debe abandonar lo antes posible el parlamento», reaccionó públicamente y de inmediato el presidente de la Unión Cristianodemócrata (CD), Armin Laschet. El secretario general del partido, Paul Zimiak, calificó en Twitter de «profundamente inmoral que un parlamentario se haya enriquecido con el aprovisionamiento de mascarillas en la peor crisis desde la II Guerra Mundial» y la ministra de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, pidió la rápida dimisión de todos los políticos implicados en el caso, en referencia a los hasta veinte diputados que podrían haber incurrido en esa misma práctica corrupta, según ha seguido informando Der Spiegel, sin dar más nombres. La fiscalía ha abierto investigación a Georg Nüsslein, político de la Unión Socialcristiana de Baviera, por haber presuntamente contactado con varios ministerios para recomendar la compra de mascarillas de una empresa textil de Hesse. Nüsslein, por su parte, solo ha anunciado que no se presentará a las próximas elecciones.
«No puede ser que algunos desacrediten a toda la CDU, echando por tierra el trabajo honesto del parlamento y del gobierno», ha lamentado Zimiak el daño electoral que sin duda estos casos ocasionarán a su partido, que por otra parte está ya retrocediendo sensiblemente en las encuestas.
La fiscalía ha abierto investigación a Georg Nüsslein, político de la Unión Socialcristiana de Bavera que también ha presentado su dimisión, por haber también contactado con varios ministerios para recomendar la compra de mascarillas de una empresa textil de Hesse. Tras 20 años en la Unión Socialcristiana bávara (CS) abandona la vicepresidencia del grupo parlamentario presionado igualmente por su propio partido.
«No puede ser que algunos desacrediten a toda la CDU, echando por tierra el trabajo honesto del parlamento y del gobierno», ha lamentado Zimiak el daño electoral que sin duda estos casos ocasionarán a su partido, que por otra parte está retrocediendo ya sensiblemente en las encuestas.
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