Decenas de organizaciones sociales, sindicales y religiosas criticaron este miércoles al Gobierno canadiense por no respaldar en la Organización Mundial del Comercio (OMC) la petición de los países en desarrollo de suspender las patentes internacionales de vacunas contra la covid-19.
EFE
Oxfam Canadá señaló en un comunicado que aunque Canadá ha destinado centenares de millones de dólares al mecanismo Covax, un programa impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y varios países para garantizar el acceso global y equitativo a las vacunas, esta medida no es suficiente para muchas naciones con escasos recursos.
Diana Sarosi, portavoz de Oxfam Canadá, afirmó que la nación norteamericana «tenía una oportunidad hoy para situarse junto más de 100 países que han solicitado la suspensión de la propiedad intelectual para las vacunas de covid, pero en vez de eso se ha opuesto a la propuesta que podría haber sido un punto de inflexión para enfrentar la pandemia».
Sarosi añadió que las naciones más pobres del mundo tendrán que esperar hasta 2024 para vacunar a sus ciudadanos y que «no hay excusa para que los países más ricos coloquen la propiedad intelectual por encima de las vidas de los trabajadores sanitarios en Bolivia o Mozambique».
Oxfam Canadá añadió que es «una problemática feminista», porque el 70 % de los trabajadores del sector sanitario en todo el mundo son mujeres.
Sudáfrica e India, con el apoyo de más de 100 países de todo el mundo, habían solicitado que la OMC suspendiese las patentes internacionales mientras dure la pandemia, durante la ronda negociadora que se inició este miércoles.
Pero los países más industrializados, entre ellos de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Japón, Suiza y Australia, se han opuesto a la propuesta.
En una carta enviada este miércoles al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, 40 organizaciones del país señalaron que «la falta de voluntad de Canadá para endosar la propuesta ante la Organización Mundial del Comercio para hacer que vacunas, tratamientos y tecnologías contra covid sean más asequibles y fácilmente disponibles en todos los países es un claro ejemplo de las diferencias entre palabras y hechos».
La carta añade que aunque las vacunas contra la covid-19 son tratadas como propiedad privada por las compañías farmacéuticas, «gran parte de esta investigación ha sido pagada con más de 100.000 millones de dólares de los contribuyentes».
La coalición de organizaciones, entre las que se encuentran grupos como Amnistía Canadá, los principales sindicatos del país y el Centro Jesuita para Refugiados, destacó que Canadá ha contratado suficientes dosis para vacunar varias veces a su población, mientras que «las vacunas no estarán disponibles a una quinta parte de la población mundial hasta 2022».
Canadá ha firmado contratos con siete compañías farmacéuticas para recibir más de 400 millones de dosis de las vacuna contra la covid-19, a pesar de que su población solo es de 38 millones de personas.
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