La Justicia de Bolivia autorizó este viernes el traslado «de inmediato» de la expresidenta interina, Jeanine Áñez, detenida bajo cargos relacionados con el golpe de Estado contra Evo Morales, a una clínica de la Paz, para que sea atendida por un cuadro de hipertensión.
El pedido fue realizado por la hija de Áñez, Carolina Ribera, y admitido por el Tribunal Décimo de Sentencia de la capital boliviana, constituido en Tribunal de Garantías Constitucionales. Se trata de una «acción de libertad», un recurso judicial similar al ‘habeas corpus’.
Este miércoles, la exmandataria pidió ser trasladada desde el penal de Obrajes, donde cumple prisión preventiva, a una clínica, debido a una «descompensación» por la hipertensión que padece.
Sin embargo, las autoridades penitenciarias no lo consideraron necesario y la exsenadora conservadora, de 53 años, recibió atención medica en el mismo presidio.
Ayer jueves, entre tanto, la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDHB), Amparo Carvajal, visitó a la exlegisladora y dijo que se encontraba «muy mal» y «en huelga de hambre», afirmaciones que luego fueron desmentidas oficialmente por la Dirección General de Régimen Penitenciario de Bolivia.
La semana pasada, la Justicia boliviana ordenó la prisión preventiva de Áñez por cuatro meses, bajo los cargos de «terrorismo, sedición y conspiración». La captura se produjo el sábado, y el lunes fue trasladada al penal de mujeres de Obrajes, La Paz.
También fueron detenidos varios de sus exministros, por su presunta participación en el violento derrocamiento del líder del Movimiento al Socialismo (MAS), ocurrido en noviembre de 2019.