La salud del líder opositor ruso Alexéi Navalni ha empeorado desde que ingresara en prisión, según informó hoy su colaborador, Leonid Vólkov.
«Desde finales de la pasada semana sufre un fuerte dolor en la espalda. Nos comunicó que se le duerme la pierna, que no puede pisar con ella», dijo Volkov en su canal de Telegram.
Volkov, exiliado en el extranjero, precisó que el médico de la prisión de la región de Vladímir donde se encuentra le recetó únicamente dos pastillas de ibuprofeno.
«El brusco empeoramiento de su estado de salud no puede no causar una profunda inquietud», señaló.
A su vez, denunció que, por vez primera, las autoridades carcelarias no han permitido que los abogados se reúnan con el político opositor.
«No entendemos dónde está Alexéi Navalni y por qué lo esconden de los abogados. Suponemos que ahora puede encontrarse en el hospital de la cárcel», señaló Volkov.
Navalni, que entró el pasado 12 de marzo en un centro penitenciario de la localidad de Pokrov, llamó «campo de concentración» al lugar donde cumplirá dos años y medio de pena.
«Debo confesar que el sistema carcelario ruso logró sorprenderme. No imaginaba que fuese posible armar un verdadero campo de concentración a cien kilómetros de Moscú», afirmó.
Recientemente, el jefe de los servicios penitenciarios rusos, Alexandr Kaláshnikov, garantizó la seguridad del opositor.
Con todo, sus correligionarios temen por su vida, ya que son miles las denuncias anuales de abusos a presos en las cárceles rusas, según informa la oficina del Defensor del Pueblo.
Ese centro penitenciario es tristemente famoso por las numerosas denuncias de abusos y torturas, que incluyen palizas y privación de sueño, cometidas por miembros de unidades especiales encapuchados y sin distintivo.
“Es una de las peores prisiones de Rusia. Es una triste noticia para Navalni”, comentó a Efe el activista Ruslán Vajapov.
Sin mencionar su identidad, comparte el testimonio de un antiguo interno de dicha prisión, quien le relató las brutales palizas de las que eran objeto sus inquilinos.
“Del miedo que tienen, no se atreven a hablar ni siquiera cuando están en fila. Sólo hay que mirar las estadísticas, de Vladímir pocos salen en libertad condicional”, señala.
Los aliados del opositor lanzaron esta semana una campaña virtual para reunir a medio millón de personas que estén dispuestas a salir a la calle para exigir la liberación del político.
Navalni fue condenado a 3 años y medio de cárcel por un antiguo caso de estafa y lavado de dinero, pero cumplirá sólo dos años y medio, ya que se le descuentan los diez meses que pasó en arresto domiciliario y el tiempo que estuvo en prisión preventiva desde su detención el 17 de enero a su regreso de Alemania.
La condena de Navalni, que estuvo a punto de morir en agosto pasado al ser envenenado durante un viaje a Siberia, provocó a finales de enero multitudinarias protestas en todo el país, en las que fueron detenidas miles de personas.
Navalni acusa al presidente ruso, Vladímir Putin, de ordenar su asesinato al Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).EFE
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