El reciente informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU advierte una fuerte penetración del Cártel de Sinaloa —liderado por Ismael el Mayo Zambada— en Venezuela, con un aumento muy significativo en el volumen de exportaciones de drogas y la complicidad con el Ejército de Liberación Nacional de Colombia. En sustancia, este documento que se dio a conocer este jueves, describe el afianzamiento de los cárteles mexicanos en la región de América del Sur.
Este país se ha convertido, según la investigación, en uno de los centros operativos de la organización sinaloense y en el mayor puerto de embarque de cocaína con destino, especialmente, a Estados Unidos.
“En la República Bolivariana de Venezuela, el número de pistas de aterrizaje clandestinas y el de presuntos vuelos de tráfico de drogas aumentaron en 2019. El Gobierno comunicó que ese año había decomisado 23 aeronaves ligeras y destruido 36 pistas de aterrizaje clandestinas. La mayoría de las que hay en ese país quedan en el estado de Zulia (Venezuela), limítrofe con la región del Catatumbo en Colombia, que es una zona importante de fabricación de cocaína”, se lee en el documento.
El informe de la ONU menciona al estado de Zulia (al noroeste de Venezuela y limítrofe con el Mar Caribe) como el principal destino de los vuelos originados por el Cártel de Sinaloa, “que ha aprovechado las pistas de aterrizaje para construir centros de tránsito y recogida de estupefacientes, con el apoyo del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, que ha ampliado sus actividades en la República Bolivariana de Venezuela”.
El año pasado, este medio informó sobre la penetración del cártel del Mayo Zambada en el municipio de Machiques de Perijá (en el estado de Zulia), devastado por la violencia y pieza clave para el tráfico internacional de drogas.
La fundación Insight Crime describió a Machiques de Perijá como una de las rutas más codiciadas por los narcos mexicanos, y una plataforma de narcotráfico hacia Estados Unidos.
El impacto de la presencia del Cártel de Sinaloa llegó a tal punto que el poblado de San Felipe, que forma parte de Machiques de Perijá , fue rebautizado con el nombre de uno de los bastiones más importantes del narco en México: “Sinaloa”.
De acuerdo con el sitio especializado en seguridad nacional, los capos han cambiado la cotidianidad de la zona con la proliferación de lujosas camionetas, fiestas con narcocorridos, prostitución y otra serie de excentricidades.
En los últimos tiempos, en Machiques de Perijá la violencia se ha agudizado como nunca. Los habitantes que son obligados a adaptar pistas rudimentarias, que sirven para el aterrizaje y salida de las aeronaves cargadas con droga.
La organización criminal mexicana se ha convertido velozmente en un actor importante en el territorio venezolano. Se puede tener una idea de la penetración de la mafia depredadora en Zulia (Venezuela), donde en tan sólo 2019 se detectaron o unas 400 pistas de aterrizaje y despegue de aeronaves con destino a las islas del Caribe y América Central.
Para aterrizar o despegar de las pistas de Machiques de Perijá, Zulia, los emisarios del Cártel de Sinaloa pagan desde USD 40,000 hasta USD 60,000. Los hacendados que no estén dispuestos a cooperar con los narcos se arriesgan a ser incriminados por tráfico de drogas.
Además se han presentado casos de complicidad entre la Fuerza Aérea de Venezuela y el cártel mexicano. Gino Alfonso Garcés, antiguo capitán de dicho organismo, recibía sobornos de USD 500,000 por el paso de avionetas cargadas de droga.
Dicho suceso no es el primero que permite que los narcos mexicanos operen en Venezuela ante el silencio de las autoridades. En junio de 2019, Iris Varela confirmó la fuga de tres ciudadanos de nacionalidad mexicana que habían sido capturados por la comercialización de estupefacientes.
Los criminales contaron con el apoyo de logística interna y acceso de armas largas para su escape.
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