La vacuna italiana COVID-eVax de Takis-Rottapharm Biotech, que trabaja con ADN y actualmente se encuentra en la Fase I de experimentación, prevé tener una serie de ventajas respecto a los fármacos que emplean otras tecnologías, como una mayor adaptación a las variantes o una “inmunidad más larga”.
El SARS-CoV-2 “es un virus que desgraciadamente no nos abandonará, y todos necesitaremos repetir la vacunación después de un tiempo, probablemente cada año. Cuantas más vacunas tengamos, mejor, para no encontrarnos con las dificultades de ahora”, explicó este lunes el consejero delegado del grupo de investigación italiano Rottapharm-Biotech, Lucio Rovati, en un encuentro virtual con la prensa extranjera en Roma.
En él también participó el fundador y director científico-administrativo de Takis, Luigi Aurisicchio, cuya compañía nació con el objetivo de desarrollar terapias génicas y vacunas contra el cáncer, y se sirve ahora de su “tecnología y experiencia” adquirida para trabajar en la segunda vacuna italiana, tras la que elabora la empresa ReiThera, y la primera europea de ADN libre contra el virus de la COVID-19.
La COVID-eVax, que previsiblemente se empezará a comercializar en el segundo trimestre de 2022, se encuentra actualmente en la Fase I de ensayo clínico, con la participación de 80 sujetos voluntarios y en la que se administran cuatro dosis diferentes para elegir la mejor en cuanto a tolerancia y eficacia.
Esta fase terminará “antes de agosto”, se procederá a la Fase II con 240 voluntarios.
EL ADN, DIRECTO A LAS CÉLULAS
Mientras que otros fármacos ya aprobados como los de AstraZeneca o Johnson & Johnson introducen el ADN en el cuerpo a través de partículas virales inocuas (técnica que recibe el nombre de “vectores virales”), la vacuna de Takis lo administrará directamente, sin intermediarios, con el objetivo de que este produzca la proteína S necesaria para dar respuesta inmunitaria a una infección con SARS-CoV-2.
Por el contrario, las vacunas de Pfizer o Moderna se basan en el ARN mensajero (ARNm), otro ácido nucleico que traduce la información del ADN a proteínas.
El ADN libre es una molécula más grande que las administradas en los fármacos citados, por lo que el compuesto italiano “necesita para poder entrar (en las células del cuerpo) una particular tecnología que se llama electroporación” y consiste en la apertura de poros en la membrana celular, que se cierran inmediatamente después de que el ADN ingrese en la célula por medio de una especie de pistola y no de la jeringuilla clásica.
POSIBLES VENTAJAS
“Las vacunas genéticas son fácilmente modificables”, explicó Aurisicchio, por lo que la COVID-eVax podría reaccionar rápidamente a nuevas variantes y tener “en dos o tres semanas” la fórmula para producir una “vacuna modificada”, como la que ya han desarrollado para la variante británica.
Como el ADN es una “molécula estable, a diferencia del ARNm que necesita la cadena del frío”, la vacuna italiana se puede conservar a temperatura ambiente, además de otra serie de posibles ventajas que espera encontrar Takis, que se confirmarán una vez concluido el ensayo, como su inmunidad más duradera.
“La inmunidad que desarrolla debería ser más prolongada. Se repetirá su administración, pero cada mayor tiempo”, expuso Rovati.
Los expertos consideraron la técnica más eficaz a largo plazo que la de “vectores virales”, puesto que el organismo responde frente a estos últimos y su uso deja de tener eficacia tras varias administraciones.
EFE
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