FundaRedes tiene más de 15 años de servicio en Venezuela construyendo tejido social a través de la creación de redes de activistas que impulsen la participación ciudadana y la promoción y defensa de los derechos humanos.
En este sentido desarrolla el Observatorio de Educación integrado por activistas, defensores y docentes que se encuentran en Apure, Táchira, Zulia, Bolívar y Amazonas, monitorea las actuaciones de grupos armados irregulares en territorio venezolano y su impacto en la educación.
La organización defensora de DD.HH., explicó en su informe educativo las consecuencias que ha ocasionado la emergencia humanitaria compleja, generando un colapso en los servicios básicos, salarios e infraestructura en el sistema educativo venezolano.
Estos datos señalan que la crisis ha llegado al punto más álgido y ha sido agudizada por la pandemia de la Covid-19, lo que ha conllevado a la vulneración masiva de este derecho en Venezuela.
La investigación arrojó que el 90% de las escuelas y liceos fronterizos no cuentan con rutas escolares, el 80% del transporte público no funciona y los alumnos viajan en vehículos de carga de alto riesgo.
La pandemia ha agudizado la crisis educativa en la frontera
Igualmente reveló que la medida de cuarentena impactó gravemente el proceso de enseñanza, demostrando que Venezuela está en condiciones para ver clases a distancia.
Por otro lado, el problema de los servicios públicos ha permeado en el buen desarrollo de las actividades escolares; con sectores en las zonas rurales y fronterizas excluidos por completo de la conectividad para poder recibir e impartir las clases en línea. A esto se le suma la falta de equipos tecnológicos y de formación para su correcto uso.
Javier Tarazona quien es director general de Fundaredes considera que la educación en la frontera, antes de la pandemia, se encontraba en una situación deplorable:
Grupos irregulares captan jóvenes para actividades ilícitas
“Los estados fronterizos han tenido un porcentaje de deserción muy superior a la de otras entidades del país.”, según el defensor de DD.HH. esto es producto de la directa participación de jóvenes en actividades ilícitas ligadas a grupos irregulares.
“Desde la organización FundaRedes se ha venido estudiando cómo la escuela y el liceo público ha ido en constante declive, debido al desplazamiento de los jóvenes a la actividad económica paralela o ilegal, ya que en Venezuela no encuentran oportunidades de desarrollo”, afirmó Tarazona.
Tarazona aseguró que la pandemia ha terminado de paralizar la educación, poniendo en riesgo la formación de millones de estudiantes venezolanos.
“La realidad del sistema educativo es que está destruido, un sistema que no invirtió realmente en avances tecnológicos. Se trató de vender humo que el acceso a la tecnología estaba garantizado. Sin acceso a internet, sin energía eléctrica, sin conectividad, sin un Estado que ampare este derecho de todos. Sin duda alguna la educación venezolana está en una situación bastante deplorable.”, enfatizó.
Asimismo, indicó que las posibilidades reales de desarrollo a niveles de conocimiento pedagógico son mínimas:
“Se atraviesa un momento muy complejo que requiere esfuerzos subsidiarios y de construcción de tejido social de todos los sectores, que permitan concretar esfuerzos para un plan educativo que recupere esta tragedia que estamos viviendo.”
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