El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, exigió hoy hechos y no palabras para normalizar las relaciones con Estados Unidos, antes de la reunión que mantendrá el jueves en Reikiavik con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
“El secretario de Estado de EEUU (…) dijo que (en Reikiavik) hay que abogar por unas relaciones estables y predecibles. Pero si eso significa sanciones predecibles y estables, eso, seguramente, no es lo que necesitamos”, afirmó Lavrov en una rueda de prensa.
“Valoraremos los llamamientos a la normalización de EEUU no por las palabras, que ya ha habido demasiadas, sino por los hechos”, recalcó.
Lavrov, que se entrevistará con Blinken en el marco de la reunión del Consejo Ártico, adelantó que tratarán “todo” lo que influya en la estabilidad estratégica.
“Todo lo que de una u otra manera influya en la estabilidad estratégica, las armas nucleares y convencionales, el armamento ofensivo y defensivo (…), debe estar en la mesa de negociaciones”, dijo.
Lavrov espera un “diálogo profesional” que permita a Moscú aclarar “las intenciones de EEUU” y su postura con respecto a los principales problemas internacionales que afectan a los intereses rusos.
Se mostró dispuesto a buscar con su colega estadounidense el “equilibrio de intereses” sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo, tanto en las relaciones bilaterales como en la esfera internacional.
Al mismo tiempo, el ministro ruso recordó que, como dijo el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, en su último discurso sobre el estado de la nación, será Moscú la que decida el formato y los temas de dicha cooperación.
“Las líneas rojas que no podremos cruzar a la hora de analizar la agenda internacional las determinará también Rusia. Eso afecta totalmente al asunto de la estabilidad estratégica”, explicó.
LÍNEAS ROJAS EN EL ÁRTICO
Al respecto, Lavrov subrayó que a Moscú le inquieta la “ofensiva” de la OTAN en el Ártico y, en particular, la actitud de la vecina Noruega, que “por todos los medios” intenta justificar la presencia de la Alianza Atlántica en la zona.
“En Reikiavik en la reunión ministerial del Consejo Ártico, por supuesto, vamos a hablar abiertamente de ello”, agregó.
También rebatió las críticas de que Rusia está aumentando su presencia militar en el Ártico, cuando, según Lavrov, “todo el mundo sabe que ese es nuestro territorio, nuestra tierra”.
“Nosotros somos responsables de que nuestra costa ártica sea segura y todo lo que hace nuestro país es absolutamente legal y legítimo”, insistió.
En un intento de reducir “los riesgos” en el plano militar, el jefe de la diplomacia rusa propuso reanudar el mecanismo de reuniones regulares de los jefes de los Estados Mayores de los países miembros del Consejo Ártico.
“Ese mecanismo funcionaba, pero hace unos siete años nuestros socios occidentales decidieron congelarlo. Así que, si ustedes decidieron congelarlo, entonces no se enfaden si no hay diálogo. El diálogo no lo suspendimos nosotros”, subrayó.
Rusia asumirá en la capital islandesa la presidencia de turno del Consejo Ártico, que integra a Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia y Suecia.
La pasada semana, además de acordar la reunión, Lavrov y Blinken abordaron en una conversación telefónica la propuesta de Washington de organizar una cumbre entre los presidentes de ambas potencias nucleares, el ruso Vladímir Putin y el estadounidense Joe Biden.
En caso de producirse, sería la primera reunión de alto nivel entre los líderes de ambos países desde que Putin y el anterior presidente estadounidense, Donald Trump, se entrevistaran en Helsinki en julio de 2018.
EFE
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