El primer vicepresidente de Fedecámaras, Carlos Fernández, indicó este jueves que el proceso de devolver las expropiaciones a los privados tomará años porque primeramente se debe generar confianza.
Según cifras de la federación, 1.359 empresas fueron expropiadas entre 2005 y 2017.
En entrevista a Unión Radio, Fernández explicó que la mayoría de estas empresas, salvo algunas excepciones, no cumplen funciones sociales para las que se crearon: «Todas esas empresas expropiadas hoy son galpones vacíos llenos de polvo», apuntó.
Reiteró que los empresarios han notado que «no tenemos a nadie a quien pedirle. Hay una conciencia de que la recuperación del país dependerá del sector privado».
En ese sentido, el expresidente de Consecomercio añadió que el daño tras las expropiaciones fue grande para las empresas, no solamente porque ya no se produjo empleos y se dejó de cumplir funciones, sino porque «se quebró la lógica de producción, de la permanencia en el mercado y se transformó la estructura de propiedad».
A juicio de Fernández, la situación del país es el resultado de las expropiaciones; no obstante, consideró que aún «quedan algunas empresas que están luchando por adaptarse a un mercado mucho más pequeño del que estaban acostumbrados».
Proyectó que para este año se podrá ver un crecimiento económico de unos 3 o 4 puntos, esto gracias a la microeconomía y pese a la falta de políticas públicas.
Por último, Fernández detalló que para que la nación vuelva a ser atractiva para inversionistas, tienen que haber consensos muy importantes donde en la nueva estructura que se vaya a dar se tome en cuenta que «la empresa privada es la generación de riquezas para la sociedad».
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