Finlandia está excavando una «tumba nuclear» que espera que dure al menos 100.000 años.
Por BBC
La nación nórdica comenzó a inicios de mayo la perforación del primero de una serie de túneles en los que espera enterrar de forma permanente los desechos atómicos de sus centrales nucleares, que producen más del 30% de su energía.
Y es que desde el inicio de la «era atómica» hace más de medio siglo, uno de los mayores problemas, sin solución hasta ahora, ha sido qué hacer con los residuos de los combustibles utilizados en las centrales nucleares.
Es un desafío no solo porque el material radiactivo remanente es altamente tóxico, sino porque su duración es tal que nos obliga a enfrentar escalas de tiempo inimaginables: ¿qué hacer o dónde poner una sustancia que puede constituir un riesgo para la vida por millones de años?
Según la Asociación Nuclear Mundial, el método preferido a lo largo de décadas ha sido el almacenamiento geológico profundo, es decir, colocar los residuos bajo tierra.
Sin embargo, esto se ha hecho de forma transitoria, hasta que se encuentre un mecanismo de almacenamiento más duradero.
En EE.UU., por ejemplo, los desechos nucleares se almacenan aún en unas estructuras llamadas «toneles secos» en las propias plantas nucleares, pese a que el gobierno ha invertido miles de millones de dólares en soluciones a largo plazo que no se han concretado y que van desde colocar los desechos bajo una cadena montañosa en Nevada hasta dentro de gruesas capas de sal en las profundidades de Nuevo México.
Finlandia ha sido el primer país del mundo en comenzar a construir un «depósito permanente»: lo llaman «Onkalo» y consiste en un enorme sistema subterráneo con el que esperan que los desechos puedan ser conservados -al menos eso creen sus diseñadores- por 100 milenios.
La Autoridad de Seguridad Radiológica y Nuclear de Finlandia indicó que espera que el depósito, cuyo costo está estimado en los US$3.400 millones y será financiado a través de impuestos a las empresas eléctricas, entre en funcionamiento en 2023.
Sin embargo, no esperan que la amplia red de túneles esté terminada antes de 2120, cuando probablemente, ninguno de los que trabajan ahora en su construcción estará vivo para verla terminada.
El largo proceso
Si bien Finlandia es el primer país en iniciar la construcción de este tipo de estructuras, el proceso ha tomado décadas.
El programa de eliminación de desechos atómicos del país nórdico comenzó en 1983 y fue entonces cuando se comenzaron a construir los dos sistemas de depósito de desechos atómicos con los que cuenta actualmente, ambos de tipo temporal.
En 1995, el gobierno creó la empresa Posiva Oy para implementar la eliminación geológica y, tras casi una década de estudios, la compañía presentó el diseño de esta red permanente de túneles para los desechos atómicos.
Las primeras tareas para la construcción de estas estructuras comenzaron en 2004, cuando se eligió el lugar y se comenzaron a realizar los trabajos y las investigaciones que darían paso a la excavación.
«Los años de investigación y desarrollo (…) que han generado los procedimientos para la construcción de esta instalación nuclear adecuada al lecho rocoso finlandés han culminado en este momento», dijo el gerente de construcción de Posiva, Juha Riihimäki, al iniciar las obras a inicios de mayo.
Según explica Posiva Oly, el tratamiento del desecho para su colocación en el túnel estará formado por varias capas y etapas, como una especie de muñecas rusas.
Una vez que el material nuclear haya agotado sus funciones para la generación de energía, la empresa planea colocarlo inicialmente en un recipiente de acero, que será recubierto por otra cápsula de cobre para evitar filtraciones.
Tras ser colocado en los envases, el desecho atómico se transferirá a los túneles subterráneos del depósito, a unos 450 metros de profundidad.
Según explica Posiva, cada cápsula se colocará en su propio agujero en el depósito y se rellenará con arcilla bentonita.
Otras capas
El sistema contará con otras «capas» de protección, que van desde un material de relleno para el túnel hecho de arcilla hinchable y estructuras de sellado hasta la protección que ofrecerá el lecho rocoso circundante.
Y es que el depósito se encuentra en una zona práctica para sus funciones no solo porque está cerca cerca de la central nuclear de Olkiluoto, en la costa oeste de Finlandia, sino también porque el suelo en ese terreno está formado por rocas ígneas, que hacen más difícil una potencial filtración del material radioactivo.
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