El Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú exhortó este viernes a la comunidad internacional a abstenerse de realizar comentarios sobre sus elecciones presidenciales hasta que los organismos electorales no proclamen oficialmente a un ganador.
EFE
La Cancillería peruana aseguró en un mensaje publicado en redes sociales que «las expresiones en cualquier sentido de autoridades oficiales en ejercicio constituyen una intromisión y una falta de respeto al pueblo peruano».
El Ejecutivo peruano envió el jueves sendas notas de protesta a las embajadas en Lima de Argentina, Bolivia y Nicaragua por las felicitaciones de sus autoridades al candidato presidencial Pedro Castillo, que apunta a ganar los comicios a falta de que se resuelvan las anulaciones de votos solicitadas por Keiko Fujimori.
Tanto los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; y de Bolivia, Luis Arce; como la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, publicaron su felicitación al candidato izquierdista Castillo, al que ya consideraron virtual presidente electo de Perú.
También se han manifestado en el mismo sentido los expresidentes de Brasil Lula Da Silva y Dilma Rousseff; de Bolivia, Evo Morales; y de Paraguay, Fernando Lugo.
UNA ELECCIÓN MUY AJUSTADA
A falta de contar el 0,413 % de los votos, Castillo aglutina el 50,17 % de los votos frente al 49,83 % de Fujimori, separados por un margen de unos 60.000 votos (0,34 %).
Sin embargo, el partido fujimorista Fuerza Popular ha solicitado anular unos 200.000 votos de las zonas rurales y pobres donde se ha votado de manera abrumadora a favor de Castillo al denunciar sin pruebas que hubo un «fraude sistemático» por parte del candidato izquierdista.
De manera polémica, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) ha ampliado extraordinariamente el plazo para presentar los recursos de nulidad después de que la mayoría de estas solicitudes fuesen presentadas por Fuerza Popular fuera de plazo.
Desde el partido izquierdista Perú Libre, del candidato Castillo, han considerado que esta decisión es ilegal e inconstitucional y temen que busque favorecer las pretensiones del fujimorismo.
En contraposición a las autoridades internacionales que se han mostrado a favor de Castillo, un grupo de diecisiete expresidentes de Hispanoamérica suscribieron un pronunciamiento conjunto para abogar para que se revisen todos los recursos de nulidad.
Entre los firmantes están el vigente presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, el expresidente del Gobierno de España, José María Aznar; y los expresidentes de Argentina, Mauricio Macri; de México, Andrés Calderón; de Colombia; Álvaro Uribe y Andrés Pastrana; y de Bolivia, Jorge Quiroga.
MUCHA TENSIÓN Y POLARIZACIÓN
Castillo y Fujimori han protagonizado la campaña electoral más polarizada de la reciente historia democrática de Perú, al personificar dos proyectos políticos radicalmente opuestos.
Por un lado Fujimori, que de ganar eludiría temporalmente una acusación de más de 30 años de prisión por presunto lavado de dinero en sus anteriores campañas electorales, plantea continuar la economía neoliberal implantada por su padre, el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
Al frente, Castillo aboga por un profundo reformismo que incluye una nueva Constitución que permita la nacionalización de recursos naturales, al considerar que el importante crecimiento económico del país no ha resuelto las brechas sociales e incluso ha aumentado la desigualdad.
El ganador de las elecciones asumirá su mandato de cinco años el 28 de julio, día de los 200 años de la independencia de Perú, fiesta ensombrecida por la crisis económica y sanitaria que ha quitado la vida por covid-19 a más de 180.000 personas, lo que hace que sea el país con la tasa de mortalidad más alta del mundo.
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