Estados Unidos expresó este viernes su preocupación por la presencia de «actores negativos» externos en Centroamérica y mencionó la influencia de Rusia en el paquete de leyes que implementa Nicaragua para arrestar a líderes opositores y «restringir la actuación democrática legítima».
EFE
«Nosotros estamos muy preocupados por la existencia y el trabajo de actores negativos en Centroamérica desde el exterior», dijo el enviado especial del Departamento de Estado para el Triángulo Norte, Ricardo Zúñiga, en una conferencia telefónica, al ser consultado por Efe.
«Podemos ver el porqué estas leyes en Nicaragua implementadas por el Gobierno del presidente (Daniel) Ortega y la vicepresidenta (Rosario) Murillo» contra los opositores, ejemplificó.
El diplomático estadounidense dijo que el paquete de leyes que aprobó la Asamblea Nacional de Nicaragua (Parlamento), controlado por mayoría absoluta por los sandinistas en el marco de los comicios de noviembre próximo, y consideradas «represivas» por la oposición, son «comparadas» con las que se han aprobado en Rusia.
DE RUSIA A NICARAGUA
«Están comparadas con las leyes que ha aprobado el presidente (Vladimir) Putin en Rusia para restringir la actuación democrática legítima y para tratar de borrar del escenario a los opositores que tienen, en muchos casos, mayor apoyo que el presidente mismo», anotó Zúñiga.
Ese tipo de leyes, dijo, «no tiene ningún lugar en cualquier formulación democrática contemplada bajo los requisitos y los compromisos de los Estados de la región».
Consultado si Rusia, Cuba y Venezuela están apoyando a Ortega en Nicaragua, el diplomático comentó que «todo parece ser, y a nuestro criterio, (que) el presidente de Nicaragua está siguiendo el ejemplo de lo que ha visto en Rusia como un esfuerzo para reprimir y distorsionar las leyes y reprimir a los actores democráticos en el país».
«Obviamente se siente alentado y respaldado por ese modelo (ruso) y es algo que nos preocupa, porque no tiene lugar en las Américas ese forma de distorsión de las leyes o de las reglas del juego democrático», subrayó.
Recordó que los países de las Américas asumieron un compromiso bajo la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA) «y no los modelos diseñados en otras partes del mundo», donde se ha visto una «mayor represión últimamente».
SITUACIÓN DE NICARAGUA ES «GRAVE»
A juicio de Zúñiga, la situación de Nicaragua, con los arrestos de opositores y el acoso a medios de comunicación, que calificó como una «ola de represión», es «grave» para «todos los pueblos de las Américas comprometidos con la democracia».
«Lo que vemos en Nicaragua representa una amenaza al compromiso de los países de las Américas con la democracia, con la libertad de expresión y las libertades políticas que todos deberíamos gozar como parte de la vida normal en cualquier país de la zona», indicó.
Explicó que EE.UU. está haciendo esfuerzos multilaterales para que el Gobierno de Ortega libere a cuatro aspirantes presidenciales por la oposición, Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro García, y otros líderes opositores, a quienes ha detenido en los últimos días.
También para que Nicaragua garantice elecciones libres en noviembre, en las que Ortega, en el poder desde 2007, buscará una nueva reelección.
Aseguró que están enfocando sus esfuerzos multilaterales a través de la OEA, donde esperan «promover una resolución mostrando el fuerte apoyo para la liberación de los candidatos y la realización de elecciones libres en noviembre».
Ortega, de 75 años, quien retornó al poder en 2007 y gobierna desde 2017 junto a Murillo, aspira por octava vez a la Presidencia en los comicios del 7 de noviembre.
El líder sandinista, quien ha sido tildado como «dictador» por EE.UU., que ha instado al resto de países del mundo a que lo traten como tal, está en su segunda etapa como presidente de Nicaragua, tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990.