El gobierno de Estados Unidos alzó su voz contra las elecciones presidenciales de Irán al cuestionar el triunfo del ultraconservador Ebrahim Raisí, quien resultó ganador con el 62,2 % de los votos este viernes.
«Hemos visto que el ministro iraní de Interior ha anunciado la victoria de Ebrahim Raisí como ganador de las elecciones que ocurrieron el viernes, pero también tomamos nota de que a los iraníes se les negó su derecho a elegir a sus propios líderes en un proceso electoral libre y justo”, manifestó un portavoz del Departamento de Estado.
Con este resultado no es necesaria una segunda vuelta, pues superó ampliamente el 50 % de los sufragios, en unas elecciones cuya participación estuvo por debajo de la mitad del padrón.
Muchos votantes optaron por mantenerse al margen después de que la lista de unos 600 aspirantes, entre los que había 40 mujeres, se redujera a siete candidatos, todos ellos hombres, excluyendo a un expresidente y a un expresidente del Parlamento. Tres de los candidatos preseleccionados abandonaron dos días antes de la votación del viernes.
Tras la elección, La ONG humanitaria Amnistía Internacional ha solicitado una investigación por crímenes contra la Humanidad contra el presidente electo de Irán, Ebrahim Raisi, al que acusa de participar en el asesinato, la desaparición forzada y la tortura a disidentes políticos durante su rol en la llamada “comisión de la muerte” durante finales de la década de los 80.
Concretamente, Amnistía denuncia que Raisi participó en un programa de ejecuciones extrajudiciales contra miles de opositores políticos en las cárceles de Evin y Gohardasht, cerca de Teherán, en 1988, cuando el futuro mandatario y jefe de la Judicatura iraní se desempeñaba como fiscal adjunto de la capital iraní.
Ya como máximo responsable del poder Judicial iraní, Raisi ha presidido, según Amnistía, “una creciente represión de los Derechos Humanos que ha provocado la detención arbitraria de cientos de disidentes pacíficos, defensores de los derechos humanos y miembros de grupos minoritarios perseguidos”.
La figura de Raisi representa el regreso de Irán a la línea dura después de ocho años de Gobierno del moderado Hasan Rohaní, durante los que se firmó el acuerdo nuclear de 2015.
Sin embargo, pese al resultado de los comicios, EEUU quiere seguir con las negociaciones que se han celebrado en Viena durante las últimas semanas para restablecer el acuerdo nuclear con Irán. ”Nos gustaría continuar con el progreso significativo que se ha logrado durante las últimas rondas de conversaciones en Viena”, aseguró el vocero.
El domingo se celebrará en Viena la séptima ronda de las negociaciones destinadas a rescatar el acuerdo nuclear de 2015, en peligro por la salida estadounidense del pacto en 2018 bajo el Gobierno de Donald Trump (2017-2021) y porque un año más tarde Irán comenzó a violar algunos de sus compromisos.
Con información de Infobae
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