Bielorrusia no se quedará callada ante las nuevas sanciones económicas impuestas este jueves por la Unión Europea (UE), anunció hoy el Ministerio de Asuntos Exteriores de la república exsoviética.
«Bielorrusia no va a quedar callada y en las próximas semanas pondrá en marcha paulatinamente sus medidas de respuestas», dice un comunicado publicado en la web de la cancillería bielorrusa.
La nota agrega que los «políticos europeos hace tiempo que tenían que comprender» que con Minsk no se puede hablar en el lenguaje de «las presiones y las sanciones».
A la vez, el comunicado señala que Bielorrusia «continúa abierta para un diálogo en base a igualdad» con aquellos países que ven en Minsk a un socio y «no un objeto de pretensiones geopolítica y experimentos».
El Consejo de la Unión Europea (UE) impuso este jueves sanciones económicas a Bielorrusia ante la escalada de las violaciones de los derechos humanos y de la represión violenta de la sociedad civil, la oposición democrática y la prensa.
Las sanciones, que responden también al aterrizaje forzado en Minsk el mes pasado de un avión de Ryanair para detener al periodista Román Protasevich y su acompañante, incluyen la restricción del comercio de productos del petróleo, potasa y bienes empleados en la fabricación de productos del tabaco.
Las nuevas sanciones económicas selectivas también se refieren a la prohibición de vender, suministrar, transferir o exportar, directa o indirectamente a nadie en Bielorrusia, equipos, tecnología o software que pueda utilizarse principalmente para el seguimiento o intercepción de comunicaciones por internet o por teléfono.
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