El príncipe William y al príncipe Harry se encontrarán cara a cara en el homenaje a su madre que tendrá lugar en los jardines del Palacio de Kensington coincidiendo con el día en el que Diana de Gales hubiera cumplido 60 años. Al igual que sucedió el pasado mes de abril en el funeral por su abuelo, Felipe de Edimburgo, todas las miradas estarán puestas en ellos.
El duque de Cambridge y el duque de Sussex desvelarán este jueves una estatua en su honor en un lugar que no ha sido elegido al azar, ya que fue la residencia en la que Lady Di vivió tras su divorcio con Carlos de Gales hasta su fallecimiento, el 31 de agosto de 1997.
Debido a las normas impuestas por el COVID-19 en Reino Unido, el número de asistentes fue reducido. El Palacio de Buckingham ha informado que es muy posible que Kate Middleton, la duquesa de Cambridge, no asista al evento. A los príncipes solo se unirán la familia cercana de Lady Di, el escultor Ian Rank-Broadley y el paisajista Pip Morrison.
En tanto, Meghan Markle se quedó en California con sus hijos, Archie y Llilibet Diana.
Todo indica que el príncipe Carlos de Inglaterra, que estuvo casado con Diana de Gales durante 15 años, tampoco estará presente en el emotivo acto. Así lo ha confirmado el periódico The Times, asegurando que su asistencia al homenaje podría “reabrir viejas heridas”. “Le resulta terriblemente difícil”, ha confesado una fuente al citado medio.
Con respecto a la ausencia de la duquesa de Cambridge, una fuente declaró a Page Six que la esposa del príncipe William quiere mantenerse alejada de la polémica.
“La ausencia de Catherine lo dice todo. William está harto del drama y ella no necesita ser arrastrada a esto. Están planeando una visita familiar privada con sus hijos, y ese momento es mucho más importante que la retórica pública”, señaló el informante.
Harry, de 36 años, se encuentra actualmente en cuarentena en su casa de Windsor, Frogmore Cottage, donde se cree que fue visitado por su abuela, la reina Isabel II.
Parece que no habrá un acercamiento entre los hermanos durante la ceremonia en honor a su madre, la relación entre ellos ha sido distante desde el año pasado cuando Markle y Harry dejaron la familia real, mudándose primero a Canadá y luego a Los Ángeles. Todo empeoró después de que Harry participara en una entrevista explosiva con Oprah Winfrey en marzo.
“Harry les ha dicho a sus amigos que le gustaría reconciliarse pero creo que, para que eso suceda, William necesita estar seguro de que no van a dar más entrevistas”, dijo el historiador británico Robert Lacey, gran conocedor de la familia real británica. “Debe recuperar la confianza, ya que no se puede llegar a una reconciliación a menos de que puedan discutir las cosas en privado”, aseguró el escritor, que también reveló que los hermanos mantuvieron una fuerte pelea tras el funeral de su abuelo en abril pasado.
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