Unicef aplaudió la llega este miércoles a Haití de las primeras 500.000 dosis de vacunas contra la covid-19 y subrayó que dado el entorno de crisis que vive el país, el proceso de inmunización enfrenta un gran reto logístico y así como la falta de confianza de los haitianos.
EFE
«En cualquier parte del mundo, desplegar una campaña de vacunación a gran escala contra el covid-19 es una tarea de enormes proporciones. Pero en el contexto actual de Haití, va a ser una batalla ardua para nuestros equipos en las próximas semanas y meses», dijo la directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Jean Gough.
Las 500.000 dosis de vacuna fueron donadas por Estados Unidos a través del mecanismo Covax, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y llegan cuando la pandemia registra un alza significativa, con casos y muertes por la covid que «se duplicaron en los primeros cinco meses de este año», dijo el ente de ONU.
Destacó que si bien la llegada de este lote «aporta un rayo de luz al país caribeño (…) la mayor parte de la población corre el riesgo de quedarse sin vacunar debido a la escasa disponibilidad de dosis», por lo que Unicef expresó que espera «que a esta primera donación de dosis le sigan otras».
RETO LOGÍSTICO: VIOLENCIA Y RENUENCIA DE LOS HAITIANOS A VACUNARSE
El asesinato la semana pasada del presidente Jovanel Moise ha venido a agravar la crisis que arrastra Haití, el país más pobre de América.
Puerto Príncipe y otras zonas de Haití llevan meses azotadas por la violencia de pandillas armadas que pugnan por el control territorial. Miles de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares.
Unicef aseguró que en junio pasado la violencia urbana se intensificó en varias zonas de la capital durante un pico de casos de covid-19, y los enfrentamientos entre bandas han dificultado seriamente las operaciones humanitarias en la periferia de Puerto Príncipe.
«Cuando hay fuego cruzado en las calles entre pandillas, transportar cada día las vacunas de forma segura de un centro de salud a otro es una victoria. Sin electricidad fiable, mantener un gran número de dosis refrigeradas de manera permanente mientras son transportadas, es una hazaña», afirmó Gough.
La Agencia de las Naciones Unidas para la Infancia o Unicef ha instalado «más de 900 neveras solares para mantener las vacunas a la temperatura adecuada» en todo el país.
Junto con las autoridades locales, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y otros aliados, Unicef se ha comprometido a realizar esfuerzos adicionales en respuesta a la tan esperada necesidad de vacunas en Haití, agregó.
Pero «en el contexto de un país donde existen muchas dudas sobre las vacunas, llegar a las comunidades con las dosis no garantiza que las personas quieran vacunarse».
Según los resultados preliminares de un estudio de percepción apoyado por Unicef y realizado por la Universidad de Haití en junio, solo el 22 % de los haitianos aceptaría ser vacunado, dijo el ente de la ONU.
«Cuando las vacunas llegaron al aeropuerto de Puerto Príncipe, nuestro trabajo más duro sobre el terreno aún no ha comenzado. A menos que cada una de estas 500.000 dosis llegue a los brazos de los haitianos de forma rápida y segura, las vacunas contra el covis-19 no ayudarán a salvar vidas haitianas ni a frenar la propagación de la pandemia en las Américas», alertó Gough.
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