El Régimen Penitenciario de Bolivia negó este miércoles haber puesto en riesgo a la expresidenta transitoria Jeanine Áñez al trasladarla de prisión a un hospital en El Alto para hacerle un estudio e informó que su salud es estable, a pesar de que su familia señala lo contrario.
EFE
Luego de que la defensa de Áñez denunciara que la exmandataria fue trasladada al hospital del Norte en la ciudad de El Alto, sin avisar a la familia o sus abogados, las autoridades del Régimen Penitenciario brindaron una conferencia de prensa al respecto.
La responsable de salud del Régimen Penitenciario, Mariana García, manifestó que la salida estaba «previamente programada» para realizarle a Áñez una tomografía simple cumpliendo la recomendación del médico cardiólogo que pidió hacerle exámenes complementarios.
«En horarios de la mañana se confirma la viabilidad de realizar esta tomografía sin tener ningún tipo de riesgo sobre la salud de la privada de libertad, por lo cual se decide subirla al hospital del Norte», explicó García.
La responsable aseguró que una hora antes llamaron a los hijos, pero que «no tuvo éxito en la coordinación» para que acompañaran a su madre a este estudio.
García sostuvo que se le realizó a Áñez el estudio «minuciosamente» y que para «evitar la fatiga» la sacaron en una silla de ruedas hacia la ambulancia para luego retornar al penal de Miraflores, donde está detenida preventivamente por el caso denominado «golpe de Estado».
«Podemos decir que el estado de salud de Áñez es estable», indicó García.
Agregó que los resultados de los exámenes que le realizaron la pasada semana están «dentro de los parámetros normales» y que no hay una «alteración significativa» o algún factor que señale que esté «comprometida la vida» de Áñez.
Los medios locales mostraron imágenes de Áñez saliendo de la ambulancia para ingresar al penal con mucha dificultad, acompañada de uno de sus hijos, en medio de un fuerte resguardo policial, mientras otra de sus hijas intentaba agarrarle la mano.
En tanto, el director general del Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, señaló que para evitar las «susceptibilidades» se solicitará al director del hospital del Tórax, donde le hicieron otros exámenes a Áñez la pasada semana, convoque a los médicos especialistas de la exmandataria para que puedan conocer los resultados de sus pruebas.
La pasada semana se le realizó una serie de pruebas como un hemograma completo, exámenes de orina, un ecocardiograma y una valoración psiquiátrica.
La defensa de Áñez denunció su traslado y su preocupación por llevarla a un hospital ubicado de más de 4.000 metros de altitud al tener hipertensión arterial y que no dieron información a su familia al respecto.
HIJOS ACUDEN A CIDH
Los hijos de Áñez pidieron una audiencia con la secretaria de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Tania Reneaum, para informarle sobre la situación de su madre.
Un grupo de personas realizó un «plantón» en las puertas del penal donde se encuentra Áñez exigiendo su libertad y la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, Amparo Carvajal, intentó reunirse con la exmandataria, pero le negaron el ingreso a la cárcel.
En tanto la bancada opositora Creemos anunció que enviarán notas de denuncias a organismos internacionales como el Parlamento Europeo, la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos (OEA) para informarles sobre el estado de salud de Áñez.
De la misma manera, el expresidente Carlos Mesa, líder de Comunidad Ciudadana, la principal bancada opositora, también sugirió la intervención de los organismos internacionales para que exijan al Gobierno de Luis Arce que se respeten los derechos humanos de Áñez.
Áñez cumplió la semana pasada cinco meses de detención, tras haber sido acusada por delitos como terrorismo, sedición y conspiración en el llamado caso «golpe de Estado» por los sucesos durante la crisis política y social de 2019.
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