España no se plantea reconocer al régimen «impuesto por la fuerza» en Afganistán, pero abre la puerta a «contactos operativos» con las autoridades para continuar con el plan de rescate de los colaboradores afganos, mandar ayuda humanitaria y garantizar el respeto de los derechos humanos en el país.
EFE
Así lo explicó este lunes el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, en una comparecencia en el Congreso de los Diputados.
«La reflexión que habrá que hacer es si hay que desarrollar contactos operativos con las autoridades de facto» para poder realizar esas actuaciones, afirmó el ministro.
España, como el resto de países de la OTAN presentes en Afganistán durante los últimos veinte años, evacuó a los colaboradores afganos de esa misión, pero como este martes el aeropuerto de Kabul pasará a manos del Gobierno talibán, concluyeron los vuelos de evacuación, y miles de personas se quedaron sin poder salir del país asiático.
«Los talibanes suponen una amenaza para todos los afganos y sobre todo para mujeres y niñas», advirtió Albares.
El ministro también informó sobre el «cribado de seguridad» que se aplicó a los colaboradores afganos acogidos en España y sus familias, tanto en el aeropuerto de Kabul como en Dubái, a donde llegaban en una escala, con una serie de «entrevistas» y «comprobaciones» para confirmar la identidad de cada persona evacuada.
En total, España evacuó en nueve días a 2.200 personas y la inmensa mayoría ya ha pedido asilo político en este país.
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