Venezuela no solo pasa trabajo porque no hay suficiente gasolina. La falta del combustible que mueve tractores, plantas eléctricas y camiones de alimentos está causando retrasos de suministro y estimulando la inflación.
Hasta no hace mucho tiempo la escasez de diésel o de gasoil, como se conoce más en Venezuela, no era evidente. Las famosas colas ante las estaciones de servicio eran solo para surtir los vehículos a gasolina. Hoy, ambos combustibles escasean. Poe los grupos de WhatsApp corren las mismas preguntas: dónde echo gasolina, dónde consigue gasoil.
Antero Alvarado, director regional de la consultora Gas Energy LA, explica que hace un año Pdvsa todavía podía importar gasoil a cambio de crudo, mediante los mecanismos de intercambio swap. Entonces la empresa estatal producía un poco de gasoil, pero alto en azufre y por tanto de menor calidad que el importado. Dicha producción de Pdvsa daba para abastecer al sector industrial, al eléctrico y al de transporte, incluyendo carga pesada y pasajeros. “En noviembre de 2020 se suspenden esos intercambios de diésel y crudo”, dice Alvarado, “dentro de la estrategia de máxima presión de la administración Trump, que buscaba que Pdvsa dejara totalmente de exportar para que colapsaran los inventarios y esto terminara con un derrocamiento de Maduro. Pero nada de eso ocurrió”.
Las sanciones fueron la guinda de la torta para unas refinerías que sufren un prolongado abandono. “Estaban muy mal, pero poco a poco han ido recuperándose en comparación con el principio del año, cuando estaban muy bajas”. La estatal pudo hacerse con un cargamento de gasoil en mayo. “Nadie sabe de donde vino, pero logró abastecer el mercado interno”, explica Alvarado.
“Hoy en día Pdvsa no depende tanto de las importaciones como antes, porque han ido reparando las refinerías —dice el experto—, pero todavía se necesita de un quince a veinte por ciento más para cubrir la demanda”.
Algunas estimaciones de expertos en materia petrolera calculan que antes de la pandemia, Venezuela consumía entre 60.000 y 65.000 barriles diarios de gasoil.
Según el Observatorio Digital de la Productividad de Fedecámaras, el 89,4 por ciento de las empresas de construcción, alimentación y otras áreas tienen problemas para adquirir combustible.
La patronal calcula que para cubrir la demanda mensual se necesitarían 9.259.405 litros de combustible. Mariel Vielma, directora ejecutiva de la Cámara de Transporte del Centro, puntualizó que el 90 por ciento de las unidades de carga pesada se ven afectadas.
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