Encontrar empleo es la mayor preocupación para los jóvenes desde 2013 para acá. Hace ocho años a 43 % le preocupaba conseguir un trabajo, mientras que en 2021 le preocupa a 33 %, según La Encuesta Nacional de la Juventud.
Crecer y tener una edad productiva en una economía destrozada puede llegar a ser frustrante para los jóvenes de Venezuela, que llevan siete años lidiando con la falta de billetes, hiperinflación, escasez y privaciones económicas de todo tipo. La Encuesta Nacional de la Juventud (Enjuve) correspondiente a 2021 recoge los problemas que agobian a esta parte de la población, donde las causas económicas lideran sus principales angustias.
En menos de una década las tendencias de lo que más preocupaba a los jóvenes cambió de forma radical. En 2013 la inseguridad se situaba entre lo que más afectaba a esta población, sin embargo, ocho años después se invirtió la balanza apuntando a los problemas económicos. El acceso al trabajo es una de las dificultades que se mantiene a la cabeza en los últimos ocho años. Y es que la economía venezolana perdió 79 % de su tamaño entre 2013 y 2020, los economistas aseguran que una destrucción de riqueza producida a ese ritmo solo ocurre en países azotados por catástrofes naturales o en guerra.
Encontrar empleo es la mayor preocupación para los jóvenes desde 2013 para acá. Hace ocho años a 43 % le preocupaba conseguir un trabajo, mientras que en 2021 le preocupa a 33 %. La encuesta elaborada por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) advierte que hay una doble exclusión en cuanto al acceso de empleos y educación para los jóvenes y que el desempleo a estas edades es muy superior al del resto de la población activa.
En 2013 a 25 % de los jóvenes les preocupaba la inseguridad, ocho años después esto cae a 3,6 %. En 2013 apenas a 2,6 % de los jóvenes le preocupaba los problemas económicos, mientras que en 2021 esto sube a 19 %. Venezuela entró en hiperinflación a finales de 2017, en ese año la nación cerró con una tasa de inflación de 2874 %, pero al año siguiente el alza de los precios fue aún más súbito y la inflación llegó a 359.908 %, convirtiéndose en la más alta del mundo.
A pesar de que la inflación desacelera desde 2019 se le sigue considerando entre las más altas del mundo. Este año podría cerrar en 1060 %, según datos de Ecoanalítica. La nación sigue en recesión, lo que ha mermado la oferta de empleos y los incentivos para continuar en el país, por ejemplo, un 28 % de los jóvenes considera migrar de acuerdo a los datos de la Enjuve.
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