La Casa Blanca pide a la misión de la Unión Europea que va a observar las elecciones regionales en Venezuela el 21 de noviembre que haga un análisis objetivo de cómo se producen estas, y que tenga en cuenta las medidas que el chavismo ha tomado ya antes para dificultar el acceso a la oposición. Así lo expresó el viernes un alto funcionario de la Administración Biden en una conversación con un reducido grupo de periodistas.
Por David Alandete –ABC
«Tanto esta misión de observación [de la UE] como la del centro Carter deben tomar nota de todas las medidas que ha tomado el régimen para impedir la participación política, incluido el encarcelamiento de disidentes, y el cierre de espacios democráticos antes de la votación del 21 de noviembre», dijo ese alto funcionario. En ese sentido, la Casa Blanca asegura que ve una utilidad a esa misión: «Puede ser increíblemente valiosa para demostrar a la comunidad internacional lo que ya sabemos que está sucediendo dentro de Venezuela».
El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) suscribió también el mes pasado un memorando de entendimiento con el centro que preside el expresidente Jimmy Carter, que enviará una misión de observación para los comicios regionales. El CNE anunció ese entendimiento en su cuenta de la red social Twitter, revelando la suscripción de un memorando «sobre la misión internacional de expertos electorales para las elecciones regionales y municipales 2021, con el fin de regular las relaciones y responsabilidades entre ambas partes, de cara al evento electoral», informa Efe.
La misión de la UE ha estado rodeada de polémica. La oposición venezolana acusa a Josep Borrell, el Alto Representante para Política Exterior de la UE, de permitir la legitimación del régimen al enviarla. Borrell respondió en una conferencia de prensa en Washington que no entiende esas críticas, pues la misma oposición se presenta a esos comicios.
Después Borrell afirmó que EE.UU. apoya la misión, y Brian Nichols, el nuevo subsecretario de Estado norteamericano para Latinoamérica confirmó en otra rueda de prensa que la mencionada misión le parece «útil», porque puede dejar en evidencia las manipulaciones del chavismo.
Misión de observación de Borrell
Este diario publicó en octubre que Borrell decidió enviar la misión de observación a pesar de que un informe técnico que él mismo había encargado le advertía de que existen más posibilidades de perjudicar el prestigio de la UE que de ayudar a la democratización del régimen chavista. El informe, elaborado como documento interno, fue realizado en julio y advierte claramente de que «la utilidad de una misión europea de observación electoral debe ser considerada teniendo en cuenta la contribución real que puede aportar al proceso y el impacto en la credibilidad de este instrumento de gran reputación de la Política Exterior de la UE».
En sus conclusiones, los autores del informe afirmaban claramente que «el despliegue de una misión de observación europea es probable que tenga un impacto adverso en la reputación y credibilidad de este tipo de misiones y que indirectamente contribuya a legitimar el proceso electoral». Borrell respondió que al ser de julio, el informe estaba ya desactualizado.
El mismo alto funcionario de la Casa Blanca dijo que de momento, el presidente Joe Biden no se plantea nuevas sanciones contra el régimen de Maduro por sus abusos contra los derechos humanos, porque «las sanciones sólo perpetúan el actual status quo».
Sin embargo, tampoco se plantea el presidente norteamericano levantar las duras sanciones aprobadas en su día por Donald Trump mientras el régimen no dé muestras de que cambia y avanza hacia elecciones legítimas, transparentes y válidas. «Lo que apoyamos es a aquellos venezolanos que buscan la democracia», dijo esa misma fuente.
Alex Saab, testaferro de Maduro
«EE.UU. levantará el peso de las sanciones si hay acciones claras para restaurar la democracia, es así de simple», añadió el funcionario. «Si el régimen de Venezuela quiere cambiar la política de EE.UU., sabe perfectamente qué es lo que debe hacer».
También respondió a las acusaciones de los abogados de Alex Saab, el testaferro de Maduro extraditado a Florida para ser juzgado, de que ese caso es en realidad político. «Es un asunto judicial, y lo supervisa el departamento de Justicia. Aunque a los abogados del señor Saab y al régimen en Caracas les cueste entenderlo, en EE.UU. la justicia es independiente, y esa extradición ha seguido los procedimientos que contempla la ley en Cabo Verde», dijo ese alto funcionario.
Este añadió que está convencido de que Saab tendrá un «juicio justo» en Florida. Recientemente la fiscalía desestimó siete cargos en su contra, y se le juzgará por uno relacionado con fraude y blanqueo. Uno de sus jueces, el ex juez inhabilitado por prevaricación Baltasar Garzón quien ha insistido en que el caso contra Saab, empresario colombiano cercano a Maduro, tiene motivación política.
Saab se enfrenta a un solo cargo de conspiración para lavado de dinero. Será procesado por ese cargo el 15 de noviembre, según figura en el expediente judicial.
No fueron pocos los esfuerzos del régimen chavista por salvar de la extradición y juicio en EE.UU. a este empresario con abultadas cuentas en paraísos fiscales. Saab tuvo su primer contrato con el régimen chavista en 2011, al hacerse cargo de la construcción de viviendas de bajo coste por 685 millones de dólares. A la firma del acuerdo en noviembre de aquel año acudieron los entonces presidentes Juan Manuel Santos y Hugo Chávez, además de Maduro en calidad de canciller. Ese contrato le permitió a Saab, según la Fiscalía norteamericana, establecer toda una operación de lavado de dinero tras lograr una tasa de cambio muy ventajosa por parte del Gobierno de Venezuela.
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