«Teníamos que participar en estas elecciones porque si esperamos a que todo se arregle, que haya instituciones serias, que todo esté como en cualquier país democrático de occidente, nos puede pasar como a Cuba, que ha esperado 62 años por democracia». Con esas palabras, Luis Florido, candidato a la Gobernación de Lara por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), justificó por qué después que la oposición tenía cuatro años absteniéndose a votar, ahora decide movilizarse por un cambio político que comience desde las regiones.
Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.-
«En Venezuela ya se está comenzado a dar un paso a una transición lenta», afirma al hablar del Consejo Nacional Electoral (CNE), que ahora tiene dos rectores de oposición, donde fue habilitada la tarjeta de la MUD, y cuentan con la presencia de una Misión de Observadores de la Unión Europea, representantes del Centro Carter y de la ONU que están vigilando este proceso desde el país.
Alega que aunque la MUD tardó tanto en definir su participación en estos comicios, compara su candidatura con la hazaña que logró el caballo venezolano «Cañonero» en 1971, en la carrera Kentucky Derby, que después de salir de último y faltando tan sólo 500 metros, consiguió la victoria sorpresivamente.
Usted pasó año y medio en el exilio, huyendo de acusaciones hechas por la Asamblea Nacional Constituyente por traición a la patria. ¿Qué lo motivó a regresar al país para aspirar a ser gobernador de Lara?
Yo no regresé por aspiración a gobernador de Lara, yo cuando salgo del país fue el momento en que la constituyente levanta mi inmunidad, y me informaron amigos que mi orden de captura estaba lista. Decidí irme por presión de mi esposa y mis hijos. En ese momento yo no militaba en ningún partido y si me encarcelaban ninguna organización alzaría la voz por mí. Después de año y medio en la clandestinidad decidí regresar, porque vi que mis compañeros diputados seguían dando una lucha.
¿Por qué el Gobierno dejó postular a algunos candidatos y a otros no?, ¿Su candidatura fue parte de una negociación con el Gobierno?
Sí. En enero, el contralor de Venezuela, Elvis Amoroso, genera inhabilitaciones indiscriminadas a una cantidad importante de diputados. Luego como parte de las negociaciones de México y con el apoyo del reino de Noruega se logró que nos quitaran inhabilitaciones a 25 dirigentes de la oposición, en su mayoría diputados y fue lo que permitió que nos pudiéramos inscribir. A mí me habían inhabilitado, a pesar de haber llevado a la Contraloría mis recaudos, porque no fue posible acceder a la página web. Entonces, en todo caso ahí sí hubo un acuerdo.
Su candidatura fue una de las últimas que la MUD definió en el país. En Lara y Miranda no hubo consenso, no se hicieron primarias, y las encuestas que le daban ventaja fueron cuestionadas. ¿Con tantas dificultades, cómo está realmente la unidad?
No fue el método de encuestas ni primarias lo que definió la candidatura de Lara, fue el método del acuerdo. En esta oportunidad hubo muy pocas primarias, porque a última hora no sabíamos si íbamos a las elecciones. La principal autocrítica que yo le hago a la MUD, es que nosotros tenemos que jugar con las herramientas que tenemos disponibles, que a veces no entendemos a qué nos estamos confrontando, porque al final a Maduro no le interesa que nosotros vayamos fuertes al proceso electoral, a él no le duelen las conspiraciones militares porque tienen a los cubanos y su aparato de inteligencia para infiltrarse y aplacarlas. A Maduro le duelen dos elementos solamente: la presión internacional y perder elecciones.
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