El monitoreo realizado por el #VacunómetroVen, un proyecto de la Alianza Rebelde Investiga (ARI), evidencia la falta de transparencia y la desorganización en la inmunización contra el coronavirus en el país. Transcurridos seis meses, ARI hace un balance sobre el plan de vacunación en Venezuela al cierre de un año trastocado por la pandemia.
En plena recta final del 2021 se observa baja afluencia de personas en los centros sanitarios dispuestos por el Gobierno nacional para el plan de vacunación contra el covid-19. La demanda es tan baja que en algunas jornadas de inmunización contra otras enfermedades como la fiebre amarilla, toxoide y la polio aplicadas a los niños, se incluye la vacunación contra el coronavirus.
Así ocurrió en una jornada de salud que se realizó el lunes 29 de noviembre, con la alianza de FarmaBien, en su sede de La Candelaria en Caracas, y representantes del Ministerio de Salud. Unas 40 personas entre adultos, adolescentes y niños aguardaban en la cola para recibir al menos una de las vacunas anteriormente mencionadas. De hecho, una de las vacunadoras contó a la Alianza Rebelde Investiga (ARI) que cerca del mediodía habían aplicado unas 50 dosis anti covid-19.
Esta realidad contrasta significativamente con la evidenciada a finales de mayo, cuando inició la segunda fase del plan de vacunación. Cientos de venezolanos, principalmente en la capital, esperaban hasta 12 horas en colas kilométricas para ser inmunizados y en el peor de los casos muchos tenían que regresar a casa sin vacunarse, porque las dosis dispuestas para el día se agotaban.
En la reportería diaria realizada por el equipo de ARI, se evidenciaba una gran desorganización que era ratificada a través de las denuncias por parte de las personas que acudían a los centros de vacunación. Angustia, zozobra, cansancio y molestia eran las principales emociones expresadas.
Los que se vieron más afectados fueron las personas mayores de 60 años, quienes se quejaban reiteradamente de ser irrespetadas como población prioritaria y de alto riesgo. Entre las irregularidades, los menores de 50 años eran citados simultáneamente por mensajería de texto a través del sistema patria. Otros simplemente ingresaban a los centros de vacunación sin previa notificación. Todo esto ocurría cuando apenas habían llegado al país 3.230.000 dosis de vacunas contra el covid-19.
Los nuevos espacios que se sumaban para las jornadas de vacunación pocas veces eran anunciados oficialmente. La población y los medios de comunicación terminaban por enterarse de cuáles eran los centros por lo que informaban los usuarios de las redes sociales.
Los nuevos espacios que se sumaban para las jornadas de vacunación pocas veces eran anunciados oficialmente. La población y los medios de comunicación terminaban por enterarse de cuáles eran los centros por lo que informaban los usuarios de las redes sociales.
En mayo de este año, Maduro aseguró que para finales de agosto el 70% de la población estaría vacunada. Luego, la promesa se extendió hasta final de año. Sin embargo, el 2021 está a escasas semanas de concluir y la promesa sigue sin cumplirse en 23 de las 24 entidades de Venezuela, según el monitoreo del Vacunómetro y otros estudios independientes.
El panorama descrito es el final de un periodo que inició el 13 de febrero de 2021, cuando el Gobierno anunció la llegada al país de las primeras 100 mil vacunas Sputnik V, fabricadas por el laboratorio ruso Gamaleya para iniciar el proceso de vacunación contra el covid-19 como parte de una negociación hecha con Rusia para adquirir 10 millones de dosis en total.
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