A mediados de 2019, una voz experimentada hizo sonar las alarmas: se estaban cometiendo irregularidades en el manejo de la ayuda humanitaria y la empresa venezolana Monómeros. Dos años después, el escándalo salpicó a todos los partidos del G4 y perjudicó la credibilidad del gobierno interino presidido por Juan Guaidó.
Por Enderson Sequera, Politiks.com
La voz denunciante era el Dr. Humberto Calderón Berti. Su hoja de servicio es elocuente: expresidente de PDVSA y de la OPEP, Ministro de Energía y Minas y Canciller de Venezuela durante el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez. En 2019, fue llamado a servir como Embajador de Venezuela en Colombia en el gobierno interino. Aceptó.
Desde su residencia en Madrid, el Dr. Calderón Berti atendió al equipo de Politiks para conversar sobre la actualidad política y lo que depara el futuro a la oposición en Venezuela. La entrevista fue editada por motivos de extensión y claridad.
Julio Borges renunció a su cargo como Canciller del interinato. ¿Se acabó el gobierno interino?
Yo no creo que el gobierno interino haya terminado. El Estatuto de la Transición es suficientemente claro: el presidente Guaidó continúa al frente del gobierno interino. Desde el punto de vista jurídico es quien tiene la continuidad.
Creo que es fundamental que haya una separación de poderes clara y determinante. El gran problema del gobierno interino fue la confusión tan grande que hubo entre un gobierno parlamentario y un gobierno del parlamento. No tuvimos un gobierno parlamentario, tuvimos un gobierno del parlamento. Un gobierno donde los parlamentarios de todos los partidos, sin excepción, pretendieron intervenir en los aspectos ejecutivos de la administración.
Vean ustedes lo que ocurrió en el caso de Monómeros. Al comienzo, se trató de tener unos ejecutivos y directores de la empresa que fueran profesionales de la petroquímica. Pero eso duró muy poco tiempo y se sustituyeron por activistas políticos.
Hubo un reparto entre los dirigentes de los partidos del G4 para copar no solamente los cargos directivos, sino también los cargos gerenciales. Los resultados están a la vista: un rotundo fracaso.
El asunto central de todo esto es que hubo una generación que accedió a una parte del manejo del Estado, porque la otra parte la tiene el régimen, que no tenían ninguna experiencia en el manejo de los asuntos públicos. La Asamblea era para legislar, controlar; no para ejecutar.
Se desdoblaron tratando de ejecutar, poniendo activistas políticos que no tenían la formación, las calificaciones y los conocimientos del negocio. Fue un error de diseño desde el comienzo.
«El gran problema del gobierno interino fue la confusión tan grande que hubo entre un gobierno parlamentario y un gobierno del parlamento»
Ahora, lo que nos queda a los venezolanos es Guaidó. Lo razonable es que exista a partir de enero un gobierno interino distinto. No puede ser que el G4 tenga el monopolio del poder en Venezuela.
Hay muchos sectores de la sociedad venezolana, de otros partidos políticos, independientes con calificaciones de las academias, gremios profesionales, gente muy importante en Venezuela que podría ayudar.
Lo que debería hacerse es un Grupo Ejecutivo pequeño en torno al presidente que se encargue de algunas tareas. Luego, un Comité Político de 15 a 20 personas, figuras de respetabilidad, honorabilidad y de conocimiento, que asesoren al presidente y se reúnan periódicamente. Finalmente, una Comisión Delegada para que controle y legisle.
¿Qué es lo que debe haber en torno al presidente Guaidó? Gente que se encargue de distintos sectores. Alguien que se encargue de la política internacional, dado que el apoyo internacional no solo hay que mantenerlo sino, si es posible, aumentarlo. Un grupo que se encargue de las cuestiones internas de Venezuela, para que traten de canalizar, por ejemplo, la ayuda humanitaria.
Hay muchos países que quieren ayudar a los venezolanos que están en el territorio nacional. Debería haber un grupo encabezado por una persona que se encargue de eso. Igual con el tema de los migrantes.
Hoy, tenemos 6,5 millones de migrantes que están en todas partes del mundo. Algunos están pasando mucho trabajo porque esa gente requiere una atención por razones humanitarias y de solidaridad social. Esa gente no se puede abandonar.
Que los migrantes venezolanos sepan que hay un gobierno interino que se preocupa por sus necesidades.
Recientemente, dijo que “Juan Guaidó debe contar con una verdadera independencia como presidente interino”. ¿Podría profundizar al respecto?
El presidente Guaidó tiene que escoger un grupo de siete u ocho personas para atender estas áreas que te mencioné, cada uno de ellos con su propio equipo. ¡Pero debe designarlos él! Yo fui Ministro muchos años, ¿y quién me nombró a mi? El presidente de la República. ¿A quién le rinde cuentas el presidente Guaidó? A la Asamblea Nacional.
«Lo que nos queda a los venezolanos es Guaidó. Lo razonable es que exista a partir de enero un gobierno interino distinto. No puede ser que el G4 tenga el monopolio del poder en Venezuela»
Los venezolanos tenemos en estos momentos activos muy importantes en el exterior, no solo CITGO y Monómeros. Existen otros activos financieros que están dispersos. Hay que hacer un inventario de esto y administrarlos adecuadamente. Hay que tratar de proteger esos activos que son del país, no son ni del régimen ni del gobierno interino. Son de los venezolanos.
¿Qué opina de la propuesta de Primero Justicia de poner esos activos en un Fideicomiso?
Hasta ahora, lo que se ha hecho es un reparto de los partidos. Eso no debe ser.
La cuestión de los activos es sumamente importante. CITGO, que vale muchísimo dinero, está en una precaria situación económica no por culpa del gobierno interino, sino del régimen. Fue el régimen quien lo dio en garantía para los créditos, fue el régimen quién comprometió los activos al no pagar. Igual que los bonos. Los bonos 2020 simplemente pusieron acciones de CITGO en garantía de esos bonos. Todo eso hay que revisarlo y manejarlo bien.
Monómeros era una empresa que venía funcionando bien. Se nombró una gerencia profesional, pero como estos no se prestaban para la piñata en la que se quería convertir a la empresa, entonces los destituyeron y los sustituyeron por activistas políticos afines al G4.
Estoy absolutamente convencido de que habidas cuentas del estado en que se encuentra la empresa, se puede articular un plan para reflotar financieramente a Monómeros, con profesionales que conozcan del negocio y la ayuda del gobierno colombiano.
Monómeros es una empresa estratégica para el gobierno colombiano. Entre el 45 y el 50 por ciento de los fertilizantes para el cultivo de la papa y el café en Colombia vienen de Monómeros. Si se pone una gerencia profesional, a la vuelta de un par de años esa empresa tiene que estar dando beneficios.
En 2019, fue el primero en denunciar las irregularidades que hoy han salpicado a todo el G4. Una de las irregularidades que denunció fue que encontró a Manuel Rosales, hoy gobernador electo del Zulia, presidiendo reuniones con la Junta Directiva de Monómeros. A su juicio, ¿Qué responsabilidad tiene el gobernador Rosales en la situación actual de Monómeros?
Yo creo que eso fue algo indebido. Él no debió estar allí, los que tenían que estar ahí eran los diputados. Él no era diputado. A mi me invitaron y yo estuve renuente en asistir, pero me quedaba a 20 metros de mi oficina. Finalmente, asisto y me sorprendió encontrarme con eso.
«Desde el punto de vista político, no hay condiciones para acudir a un proceso electoral que sea transparente»
La forma como algunos diputados de la AN trataban a los ejecutivos que ellos mismos habían designado era irrespetuosa, altanera, desconsiderada y agresiva. Yo me sentí muy mal porque yo he pasado toda mi vida al servicio del Estado en distintas responsabilidades. Jamás se le trató a nadie de forma indebida.
Cuando yo era Ministro, fui muchas veces al Congreso Nacional a rendir cuentas y jamás se me faltó al respeto. Lamentablemente, eso fue lo que sí se hizo con los ejecutivos de Monómeros. Gente que estaba dando lo mejor de sí al país.
«Cuando Venezuela tenía más visibilidad internacional, pues, se nos pasó el momento»
Hay que hacer un cambio radical y poner gente profesional al frente de Monómeros. De lo contrario, se va seguir deteriorando la empresa y se logrará lo que unos quieren: poner la empresa en una situación tan precaria que nos veamos obligados a venderla, lo cual sería muy lamentable para el país.
¿Es cierto que en 2019 usted habló con un grupo de militares en Venezuela que planteaban la sustitución de Juan Guaidó? ¿Qué responde a estos señalamientos?
Eso fue una olla montada en la prensa de España tratando de confundir a la gente sobre el tema del 30 de abril [de 2019]. Porque eso fue un rotundo fracaso. Pregúntele al general Figuera si él sabía si yo estaba metido en eso o no.
¿Qué valoración hace de que el presidente Biden haya invitado al presidente Guaidó a la Cumbre de la Democracia?
Me parece positivo. Están surgiendo problemas en otras partes del mundo que lamentablemente han puesto en un rol secundario el tema venezolano. Lo de Ucrania, por ejemplo, es muy delicado. El caso de Siria. Los ojos hoy están puestos en otros temas. Cuando Venezuela tenía más visibilidad internacional, pues, se nos pasó el momento. Pero hay que retomarlo.
¿Cuál es su lectura sobre el resultado de las recientes elecciones regionales en Venezuela? ¿Fue un triunfó de la abstención?
La abstención fue un mensaje muy claro: un rechazo al régimen, pero también un rechazo a la oposición.
¿Cuántas gobernaciones le dieron al G4? ¿Tres? Vean lo que está ocurriendo en Barinas. No hay condiciones. Hoy estaba leyendo una noticia y decían que estaban moviendo cinco mil nuevos electores de otros estados para Barinas, que estaban sacando gente de la lista para que no pudieran votar.
El error estuvo en acudir a las elecciones. Yo respeto mucho a la gente. La gente vota si quiere votar, yo no voy a decir por eso que son traidores a la patria o que son insensatos, que con cohabitadores del régimen. No, cada quién hace lo que le venga en gana.
Pero, desde el punto de vista político, no hay condiciones para acudir a un proceso electoral que sea transparente. El Registro Electoral está contaminado, todo el mundo lo sabe. Hay gente que tiene tres o cuatro cédulas de identidad. Hay muertos votando. No hay imparcialidad por parte del organismo electoral. El CNE no es imparcial.
El Plan República participa en el proceso de manera abusiva, desmedida, atropellando a la gente. Los colectivos empiezan a darle vuelta a los centros electorales para amedrentar y ahuyentar a la gente. La observación internacional es extremadamente precaria.
«La abstención fue un mensaje muy claro: un rechazo al régimen, pero también un rechazo a la oposición»
Vean lo que acaba de hacer la UE. Mandan unos observadores internacionales, detectaron fallas como tenían que detectar e inmediatamente el régimen les cayó encima. Y así pasa en todo. ¿La señora Bachelet es de extrema derecha? No, es socialista. Fue dos veces presidente de Chile. Hace un informe y el régimen la insulta, la veja, la maltrata indebidamente.
Señaló la ausencia de condiciones. Pero a principios de año se dijo que la presencia de los rectores Roberto Picón y Enrique Márquez en el CNE era una garantía electoral. ¿Cómo evalúa usted el comportamiento de estos rectores? ¿Estuvieron a la altura del compromiso histórico que tenían ante sí?
¿Qué pueden hacer? Es muy poco lo que pueden hacer porque son franca minoría. Todo el CNE está manejado básicamente por el régimen. Yo no le atribuyo responsabilidad a ellos, pero ellos han debido saber cuando aceptaron ser miembros del CNE de que ahí su desempeño iba a ser muy precario, como efectivamente ha sido. Porque el CNE se maneja de una manera abusiva para poner al régimen a ganar las elecciones.
¿Se deben renovar los partidos políticos en Venezuela? ¿Cómo debería darse esta renovación?
Yo creo que todos los partidos políticos deben renovarse. La combinación debe ser la experiencia acumulada con los conocimientos, con los estudios, con el trabajo de muchos años, junto con el ímpetu, la fortaleza y el empuje de los jóvenes.
«El error estuvo en acudir a las elecciones»
Lamentablemente, viví la experiencia de lo que significa el sectarismo generacional. Si pasas de 50 años, a uno lo consideran como un inútil. Yo tengo 80 años y soy un dinosaurio, pero no estoy fosilizado (risas). Estoy activo, pienso, escribo y doy conferencias.
¿Qué es lo sensato, lo inteligente, lo recomendable para el país? Junten la experiencia con la juventud. Conozco casos de gente a la que le dijeron: “No queremos personas vinculadas al sector petrolero que tenga más de 50 años”. Uno se pregunta: ¿Qué experiencia pueden tener?
Así no se puede manejar un país. Hay que manejar al país con sentido de Estado, con sentido de grandeza, con desprendimiento, con mucho esfuerzo, trabajo y dedicación. Sin sectarismos políticos ni generacionales. Ha habido mucho sectarismo político, mucha falta de grandeza por parte de muchos dirigentes.
«Viví la experiencia de lo que significa el sectarismo generacional. Si pasas de 50 años, a uno lo consideran como un inútil»
En el fondo, ¿por qué se da ese enfrentamiento? Por el problema de los manejos en el gobierno interino. Repito: Guaidó ha sido un gran ausente en todo esto. ¿Quién es el que ha manejado esta cuestión en Venezuela? ¿Guaidó? No, el G4. El G4 en una forma, un estilo, una manera de reparto entre ellos.
Yo no quiero regresarme a lo que pasó hace dos o tres años, yo lo que quiero es que la gente piense en el futuro, de qué manera se puede trabajar para salir del régimen, incorporar a los mejores y hacer lo que el país requiere.
¿Qué opina de la propuesta de María Corina Machado de hacer unas elecciones para escoger la nueva conducción política de la oposición
He hablado con María Corina, pero no me han explicado la propuesta en profundidad. Honestamente, yo tengo mis dudas. Sabiendo cómo funcionan estas cosas, lo más probable es que estos gobernadores donde ganó la oposición se pongan de acuerdo para poner al frente de la oposición a gente que sea amiga de ellos.
Aquí hay que quitarse la careta de una vez por todas: dejar la AN funcionando con una Comisión Delegada separada totalmente del gobierno interino y un Comité Político asesor del presidente, el cual está contemplado en la Constitución.
Hay que buscar la manera que exista una transición donde no tendrán cabida los que han violado Derechos Humanos, los que se han enriquecido a costa del erario público. Los enchufados, muchos de ellos se llaman opositores, y lo que han hecho es enriquecerse con el régimen.
El que comete un acto de corrupción, en la situación tan precaria que está Venezuela, perjudica a todo el país, pero especialmente al más vulnerable, al más pobre. El dinero que se roban es el dinero que le quitan a las escuelas, los hospitales.
Tú ves en las ciudades como Miami o Madrid como se pavonean los ladrones que han desfalcado el país y aparecen en las revistas, los llaman empresarios, ¿empresarios de qué? Si lo que han hecho es saquear a Venezuela, ¿y esos señores se van a ir lisos? ¿No van a pagar por las fechorías que han cometido?
¿Ha faltado disposición de la comunidad internacional para sancionar a estos corruptos?
Absolutamente. Claro que sí. Hay países donde la gente es muy permisiva con la corrupción. Saben que hay unos venezolanos que han desfalcado a Venezuela, que han robado groseramente a dos manos en Venezuela y aquí aparecen en las revistas del corazón. Se codean con lo más graneado de la sociedad española. Porque tienen dinero, porque los invitan y los ponen a participar en sus negocios. En los Estados Unidos es distinto.
Hablemos de petróleo. Se dice que hasta que no se solucione el conflicto político no habrá una recuperación significativa de la industria petrolera. Sin embargo, Ecoanalítica proyecta que el PIB petrolero venezolano crecerá en un 8,2% en 2022, tras años en una franca caída. ¿Considera realista esta proyección?
Si estás en el hueco, cualquier cosa que signifique mejorar la producción es crecer (risas). Eso no tiene ningún sentido. ¿Qué volumen van a producir? ¿Van a llegar a medio millón de barriles por día? [Según Reuters, la producción petrolera en Venezuela se encuentra en 900 mil barriles al día].
Cuando Chávez llegó al poder, estaban produciendo tres millones 300 mil barriles por día. Lo que han hecho es aniquilar la industria petrolera. Algunos responsables de esto se han muerto, pero otros están por ahí pavoneándose y disfrutando de los millones que se robaron e inculpando a sus sucesores de acabar con PDVSA.
«¿Qué es lo que el régimen busca en las negociaciones en México? Lo que buscó en Oslo, Barbados y República Dominicana: ganar tiempo»
Pero es que esto empezó hace muchos años. Esto empezó al comienzo del gobierno de Chávez donde destituyeron a 20 mil funcionarios de PDVSA, ejecutivos, gerentes, técnicos, obreros especializados. Eso fue un disparate diseñado por Fidel Castro.
Muchísimo antes de las sanciones…
Absolutamente. Esto no tiene que ver con las sanciones. La caída de la producción venezolana no tiene nada que ver con las sanciones. Esto comenzó mucho antes.
Fidel sabía dos cosas. Si había una gerencia profesional en PDVSA, él no podría hacer lo que él quería: llevarse el petróleo a Cuba sin pagarlo. En segundo lugar, utilizar el petróleo como instrumento de penetración política. Esto a través de los países miembros del Foro de Sao Paulo, del Grupo de Puebla. Comprando solidaridades en el Caribe.
Lo que intentó y no pudo hacer con Betancourt, lo logró luego con Chávez…
A Chávez le entró de una manera distinta. Betancourt era un hombre serio, a Betancourt no lo engañó. Betancourt lo puso en su sitio. Pero a Chávez lo empezó a trabajar por el lado donde era más débil, que era por el lado del halago porque era un hombre profundamente narcisista.
¿Ustedes no recuerdan a Fidel en Venezuela repitiendo hasta la sociedad “Hugo, cuídate”, “Hugo, tú no te cuidas”? ¿Para qué? Para llevar los servicios de inteligencia cubanos a Venezuela como efectivamente están ahora. Que mucha gente no lo haya visto es otra cosa.
Hoy, en Venezuela, los rusos, los chinos y los cubanos juegan un papel importante. Luego vienen todos los grupos irregulares y rezagos de la guerrilla y disidentes de las FARC, el ELN, los narcotraficantes. El país está ocupado y muy desarticulado. Un país que está totalmente secuestrado por agentes internacionales.
Es probable que el próximo año se reanude la negociación en México. ¿Qué debería pasar para que de esta negociación salga un acuerdo que acerque a los venezolanos al cambio político?
El tema de México es muy especial. Lo primero que hay que preguntarse es ¿qué es lo que el régimen busca en las negociaciones en México? Lo que buscó en Oslo, Barbados y República Dominicana: ganar tiempo. Eso es lo que ha hecho hasta ahora.
Veamos lo que ocurrió en México, por cualquier cosa suspenden las negociaciones. Eso es darle una patada a la pelota hacia adelante para reanudar las conversaciones más tarde, pero luego son seis u ocho meses que se han perdido. Y así llegar hasta donde ellos quieran llegar.
¿Es usted optimista con respecto a la libertad de Venezuela?
Lo soy. Todo tiene su comienzo y todo tiene su final, como dice la canción. Creo que la situación de Venezuela es prácticamente insostenible. Un país paria, aislado, muy abandonado. Con actores políticos que no solo somos los venezolanos. Ahí también están otros actores. No lo digo por exageración.
La presencia, por ejemplo, de los rusos en Venezuela es evidente. También están tras bastidores en la negociación en México. Los cubanos, los chinos. Lo que era un problema interno de los venezolanos se nos fue de las manos y hoy es un problema de geopolítica mundial.
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