Ya más de 270 millones de personas han tenido la enfermedad COVID-19 Y y más de 5,3 millones han fallecido. Desde octubre del año pasado fue propagándose por el mundo la variante Delta del coronavirus que causa la enfermedad, y desde noviembre se sabe que también avanzó otra que resulta más preocupante aun: Ómicron.
El director médico de la empresa biotecnológica Moderna, que desarrolló vacunas de ARN mensajero contra el COVID-19, advirtió que podría crearse una nueva supervariante si las variantes Ómicron y Delta infectan a alguien al mismo tiempo.
Las infecciones por COVID-19 normalmente sólo implican una variante, pero en casos extremadamente raros pueden atacar dos al mismo tiempo. Si esas variantes también infectan la misma célula, pueden intercambiar el ADN y combinarse para dar lugar a una nueva versión del virus.
El director médico de Moderna, Paul Burton, advirtió que el elevado número de casos de Delta y Ómicron que circulan actualmente en el Reino Unido hace que esa probabilidad sea más probable hoy.
Burton brindó una charla a los diputados de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Parlamento del Reino Unido y les dijo que era “ciertamente” posible que se intercambiaran los genes y se produjera una variante aún más peligrosa. Otros investigadores científicos han advertido de que estos sucesos, que son llamados “eventos de recombinación”, son posibles. Pero requieren unas condiciones muy específicas y la coincidencia de eventos en su mayoría incontrolables.
Sólo se han registrado tres variantes del coronavirus generadas a partir de eventos recombinación hasta el momento. Durante los dos meses en los que la variante Delta superó a la Alfa mediante este método, no se desencadenó ninguna nueva variante. Alfa se había detectado por primera vez en el Reino Unido en octubre de 2020 a partir de una muestra tomada el mes anterior extendiéndose muy rápidamente a mediados de diciembre. Al principio se llamó la “variante de Kent” por la ciudad en la que se encontró.
Después ocurrió el aumento de los casos con la variante Delta en todo el mundo desde marzo pasado. Esta variante fue inicialmente identificada en el estado de Maharashtra en India el 5 de octubre del 2020. Es una variante con doble mutación. En noviembre se identificó a la variante Ómicron y ya es la dominante en los casos de COVID-19 que se diagnostican en Londres. Esos ocurrió apenas dos semanas después de haber sido detectado en el país, y los expertos estiman que será la variante principal para el Año Nuevo.
El doctor Burton dijo a los diputados británicos que el hecho de que las dos variantes circulen juntas aumenta el riesgo de que intercambien genes y creen una nueva variante. Dijo: “Ciertamente hay datos, se han publicado algunos artículos de nuevo de Sudáfrica a principios de la pandemia cuando las personas – y ciertamente las personas inmunocomprometidas – pueden albergar ambos virus. Es posible que esto ocurra aquí, sobre todo por el número de infecciones que estamos viendo”.
Cuando se le preguntó si esto podría conducir a una variante más peligrosa, el director dijo que “ciertamente podría”. La mayoría de los lugares tienen variantes dominantes, por lo que es improbable infectarse con dos variantes al mismo tiempo. Además, para las personas sanas, se cree que sólo hay una ventana de alrededor de dos semanas desde que se desencadena una infección antes de que el cuerpo comience a desarrollar inmunidad y elimine con éxito la primera versión.
Sin embargo, los brotes enormes e incontrolados, como los del Reino Unido y Estados Unidos el pasado invierno, aumentan el riesgo de recombinación simplemente porque el número de infecciones es mayor. Gran Bretaña tiene actualmente 4.713 casos de Ómicron confirmados hasta la fecha, y la variante está detrás de uno de cada cinco casos a nivel nacional.
Hasta la fecha se han registrado tres variantes provocadas por la fusión de otras dos. Pero ninguna ha dado lugar a un gran brote, ni a la aparición de una versión más peligrosa del virus. En un caso se produjo un evento de recombinación en el Reino Unido cuando la variante Alpha se fusionó con la B.1.177, que surgió por primera vez en España, a finales de enero. Se produjeron 44 casos antes de desaparecer.
Los científicos de California dijeron que habían identificado otra variante de recombinación a principios de febrero, cuando la cepa Kent se fusionó con la B.1.429, que apareció por primera vez en la zona. Esa variante también dio lugar a muy pocos casos, y desapareció rápidamente.
El coronavirus se basa principalmente en mutaciones aleatorias para desarrollar nuevas variantes. Estas variantes se producen cuando el virus hace copias de sí mismo y aparecen errores en sus genes. En la mayoría de los casos estos cambios son inofensivos, pero ocasionalmente pueden desencadenar una ventaja, como ser más transmisible o ser más capaz de evadir las vacunas.
Se cree que la variante Ómicron surgió en una infección persistente en una persona inmunodeprimida. Esto permitió que el virus mutara varias veces para entrenarse y ser mejor para infectar a los humanos y evadir la inmunidad previa. Sin embargo, el origen aún no está totalmente aclarado.
La jefa técnica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María van Kerkhove, expresó días atrás su preocupación por la aparición de la variante Ómicron y advirtió que se avecina “un tsunami de infecciones en el mundo”. En entrevista con el periódico El País, la epidemióloga de 44 años dijo que todavía no se sabe si la variante genera una enfermedad más leve, porque los datos son insuficientes. “Muchos de los casos que se han visto son en viajeros, que suelen tener síntomas leves, porque si estás viajando no estás enfermo”, explicó.
Para que surja una variante combinada del virus, una persona debe infectarse con dos variantes del coronavirus -probablemente de dos fuentes distintas- al mismo tiempo, y luego los virus deben chocar entre sí dentro del organismo. Una vez que los virus están dentro del cuerpo, la forma en que se propagan es forzando a las células humanas a producir más de ellos.
El coronavirus está formado por un material genético llamado ARN y, para reproducirse, debe obligar al organismo a leer ese ARN y hacer copias exactas del mismo. Es inevitable que se produzcan errores cuando esto ocurre, porque sucede muy rápido y con mucha frecuencia y los procesos naturales son imperfectos. Si dos virus están en el mismo lugar a la vez, ambos siendo duplicados por las mismas células, existe la posibilidad de que los genes de ARN se mezclen, al igual que podría haber una confusión si alguien dejara caer dos barajas de cartas a la vez y las recogiera todas.
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