El Gobierno danés anunció hoy que a partir del domingo reabrirá la vida cultural, cerrada desde mediados de diciembre, pese a registrar cifras récord de contagio en los últimos días por el auge de la variante ómicron del coronavirus.
La medida sigue la recomendación del comité de expertos que asesora al Ejecutivo socialdemócrata y ha sido aprobada ya en comisión parlamentaria, después de que la subida registrada desde hace semanas se haya estancado, aunque en niveles altos.
Cines, salas de conciertos, teatros y centros culturales podrán abrir con límite de hasta 500 espectadores sentados, mascarillas y exigencia de presentar el pasaporte covid.
Discotecas y pubs permanecerán cerrados al menos hasta finales de enero, mientras que la restauración no podrá servir alcohol después de las 22 horas y deberá cerrar una hora después.
«La curva de contagio está empezando a achatarse», dijo en rueda de prensa el ministro de Sanidad, Magnus Heunicke.
El jefe de la Dirección General de Sanidad, Søren Brostrøm, resaltó que la situación general es «completamente distinta» a la de hace semanas, porque el conocimiento sobre ómicron es mucho mayor y porque no se han cumplido los pronósticos más pesimistas.
A pesar de que el contagio en las últimas semanas casi multiplica por cinco los máximos anteriores de la segunda ola de hace un año, el número de ingresos hospitalarios no ha llegado a las mismas cotas y se ha mantenido a niveles asumibles y el de pacientes en UCI ha aumentado en menor medida. EFE
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