La multinacional española Repsol atribuyó este jueves el derrame de 6.000 barriles de petróleo al mar de Perú a “un fenómeno marítimo imprevisible” causado por la erupción volcánica en Tonga el pasado sábado, lo que ha afectado de momento a unos 50 kilómetros de costa peruana.
El vertido se produjo cuando el tsunami causado por la erupción volcánica alcanzó el litoral peruano en el momento que un buque petrolero descargaba el crudo a la Refinería La Pampilla, que Repsol opera en Ventanilla, municipio de Callao, la región portuaria aledaña a la capital Lima.
En ese momento no había decretada en el país la alerta de tsunami, que fue desestimada por el Centro Nacional de Tsunamis de la Marina de Guerra del Perú, pese a que en otros países vecinos de la costa del Pacífico como Ecuador y Chile sí se dieron los respectivos avisos.
La ola hizo subir el nivel del agua aproximadamente unos 70 centímetros en diversos puntos de la costa peruana, lo suficiente como para que el mar se adentrara varias decenas de metros y provocara la muerte de dos personas en la región norteña de Lambayeque y el derrame de crudo en La Pampilla.
Pese a que ese oleaje inusitado llegó al litoral peruano después de 16 horas en las que cruzó el océano Pacífico, Repsol afirmó en un comunicado que se trataba de un “fenómeno imprevisible” para la empresa.
CRECE EXTENSIÓN DE DERRAME
Hasta ahora el petróleo ha cubierto 1,7 kilómetros cuadrados de playas, mientras que la cantidad que sigue flotando en el agua cubre una superficie de casi 1,2 kilómetros cuadrados, según determinó este jueves el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) del Ministerio de Ambiente de Perú.
El crudo también ha afectado a dos reservas naturales: la Zona Reservada Ancón y los Islotes de Pescadores, perteneciente a la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, donde habitan especies como el pingüino de Humboldt y la nutria marina, ambas legalmente protegidas.
Repsol insistió en su comunicado que, desde el momento del “accidente”, activó su plan de contingencia, que comenzó con el cierre de las válvulas para detener el bombeo del petróleo desde el buque hasta las instalaciones de la refinería.
Luego, la compañía indicó que desplegó un equipo de buzos para determinar las posibles afectaciones al fondo submarino y extendió más 2.500 metros de barreras de contención que cubren las zonas detectadas hasta el momento.
CUADRILLAS POR MAR Y TIERRA
La empresa también detalló que ha movilizado diez lanchas con brigadas de 50 personas que intentan recoger el crudo con succionadores y material absorbente.
Mientras, en tierra, la petrolera espera superar las 700 personas, divididas en cuadrillas para recoger y limpiar el petróleo que se deposita en la arena y en las rocas de las playas de Lima y Callao, como las de Cavero.
También se encuentra en coordinación con el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) de Perú para contribuir a la protección de la fauna afectada después de que numerosas aves guaneras aparecieran muertas y cubiertas de crudo en las orillas de las playas.
Asimismo, Repsol se encuentra en comunicación constante con las autoridades peruanas del Ministerio del Ambiente, Ministerio de Energía y Minas, Ministerio de Producción, Dirección de Capitanía y Puertos (Dicapi), OEFA, entre otros.
En ese sentido, la compañía lamentó “no haber transmitido de manera adecuada” todos los compromisos y acciones asumidas para atender el impacto del derrame, y manifestó su solidaridad con las poblaciones impactadas, así como su “especial sentimiento” por los entornos naturales y especies marinas afectadas.
CASTILLO PIDE ASUMIR RESPONSABILIDAD
Durante una visita a una de las playas cubiertas por el crudo, la primera ministra, Mirtha Vásquez, indicó que Repsol también se ha comprometido a entregar este jueves un cronograma de limpieza y descontaminación “que deberá asumir de manera inmediata”.
Vásquez también precisó que la empresa contratará para las labores de limpieza a pescadores artesanales de la zona que se han quedado momentáneamente sin trabajo después del desastre ambiental y entregará canastas de productos básicos a las familias de las áreas impactadas.
Mientras, el presidente de Perú, Pedro Castillo, apuntó que este “es el desastre ecológico más grave de los últimos tiempos en Perú” e instó a Repsol a “no rehuir responsabilidad y asumir la que le toca”.
Esto después de que la gerente de Comunicación y Relaciones Institucionales de Repsol en Perú, Tine van den Wall Bake, dijera el miércoles en una entrevista a RPP Noticias que la empresa no se siente responsable de la catástrofe ambiental causada por el derrame.
Repsol ha sido duramente criticada en Perú por presuntamente intentar ocultar en un inicio la magnitud del accidente ambiental, ya que, según la Fiscalía, el primer reporte de daños brindado por la empresa cuantificaba el derrame en apenas 7 galones.
EFE
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