Estamos en dos Venezuela paralelas: una que recibe ingresos en dólares y otra que recibe bolívares. Por mucho que haya dólares en la calle, eso no quiere decir que Venezuela se está arreglando”, señaló en su análisis Liuba Malpica Cruz, economista y docente universitaria, cuando esbozaba la situación económica del país del año 2021 y la que tendrá en este 2022.
La especialista expuso su enfoque en el segundo encuentro virtual “Perspectiva País: ¿Qué esperar del 2022?” organizado por la asociación civil Medianálisis.
Malpica Cruz aclaró que la expresión popular surgida recientemente que indica que el país abandonó la crisis económica no es general y que la mejoría para este año en curso será “muy leve” pues el proceso de hiperinflación seguirá, pero no de manera voraz como en años anteriores.
La vida que no mejora
Detalló que para cambiar el gráfico descendente nacional será muy complicado porque existen factores de la dinámica que impiden ese “arreglo” total y que una muestra de ello es que la calidad de vida no mejora.
“En Venezuela se siente mejoría en ciertos sectores específicos, pero no quiere decir que todos tengan esa mejoría. Vivimos en un mismo país, pero no tenemos las mismas condiciones. Por mucho que un sector esté en bonanza eso no permea, no genera condiciones que impacte a toda la población. Hay muchos elementos o incentivos que se deben ejecutar para permitir que definitivamente logremos solventar la situación que estamos pasando y eso claramente sucede con un cambio político” declaró.
Tímida recuperación
Acompañada por Andrés Cañizalez, director de Medianálisis y moderador de este encuentro virtual, la invitada explicó que en 2022 Venezuela reducirá “técnicamente” el proceso de hiperinflación. Pero todavía el venezolano seguirá sufriendo los efectos de este encarecimiento de bienes y servicios porque las consecuencias de las malas políticas económicas del Estado contra la empresa privada están latentes.
“Para el año 2022 Venezuela pasará por una recuperación económica muy pero muy tímida. La dinámica de caída que dejó el año 2021 y el efecto pandemia ya se está paralizando, pero eso no está sucediendo en Venezuela sino en el mundo” enfatizó.
Agregó que “si en el país no se aumentan los niveles de producción, no soltaremos la hiperinflación y por eso los precios seguirán subiendo y subiendo”.
El aire de la migración
Para la economista, un síntoma que hizo creer que “Venezuela se arregló” fueron las remesas que empezaron a enviar los migrantes connacionales a quienes vivían aquí y que llegaron en una situación muy difícil.
Puntualiza que esas remesas auxiliaron a muchos venezolanos que no tenían ni cómo alimentarse y que eso llevó a que el país tuviera un alto movimiento de dólares y otras monedas en efectivo que sirvieron de respiro.
Para leer la nota completa, pulsa aquí
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.