Con las recomendaciones de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE-UE), la oposición de Venezuela tiene bases para exigir mejoras de cara a los comicios presidenciales en 2024, pero antes debe reorganizarse internamente y retomar el diálogo con el Gobierno para lograr cambios en el sistema, según expertos del país suramericano.
EFE | Saraí Coscojuela
La oposición ha denunciado en los últimos años falta de garantías para hacer elecciones «libres, justas e imparciales» en el país, por lo que se han profundizado las divisiones en este bloque ante la disyuntiva de participar o no en los comicios de los últimos años.
La MOE-UE, que no participaba en un proceso en Venezuela desde hace 15 años, reforzó en algunos ítems esta teoría del bloque opositor, aunque también reconoció que hubo mejoras por parte del Estado, como el nombramiento de un nuevo directorio del Consejo Nacional Electoral (CNE), que incluyó a dos rectores afines a la oposición.
Sin embargo, hizo 23 recomendaciones, entre las que se incluye, reforzar la «separación de poderes y la confianza en la independencia» del Tribunal Supremo de Justicia, así como mejorar las «facultades sancionatorias del CNE mediante la introducción de un sistema de control y sanciones» y equilibrar la cobertura de los medios de comunicación estatales durante campañas electorales.
El partido opositor venezolano Primero Justicia (PJ), del cual forma parte el dos veces excandidato presidencial Henrique Capriles, señaló, en un comunicado, que la MOE-UE «dice la verdad» sobre la situación que se debe cambiar y será «el principal insumo» para que los venezolanos exijan «mejores condiciones electorales en todo el país».
EL DIÁLOGO ES EL CAMINO
El politólogo Pablo Andrés Quintero concuerda con que el informe final de los observadores europeos describe la situación actual del país, pero advierte que para que la oposición logre cambios en el sistema electoral debe retomar la negociación con el Gobierno de Nicolás Maduro en México, tomando en cuenta los comicios presidenciales dentro de dos años.
«(Es) a través del diálogo con el Gobierno y presionando en México los puntos más importantes, teniendo en cuenta que en México se concentran todas las conversaciones de todos los aliados internacionales que quieren una salida para Venezuela a través del diálogo y la negociación», explicó a Efe.
El opositor Juan Guaidó ha expresado en diversas oportunidades su disposición a retomar el proceso, interrumpido en octubre pasado por el Gobierno como señal de protesta por la extradición del empresario colombiano Álex Saab, presunto testaferro de Maduro, desde Cabo Verde a EE.UU.
Sin embargo, el chavismo mantiene su postura de solo reanudar la negociación si liberan a Saab, a pesar de que Guaidó ha propuesto que, de los avances que se logren, depende el levantamiento «progresivo» de sanciones que pesan sobre Venezuela, impuestas por EE.UU., la UE y otros países.
Por otra parte, la politóloga Yaldimar Ruiz indicó que aunque las recomendaciones de la misión son un referente para evaluar el sistema de acuerdo a los estándares internacionales, no son vinculantes para generar algún tipo de modificación que conduzca a la reinstitucionalización de Venezuela.
«Si bien el Gobierno cedió y promovió algunas mejoras señaladas en el informe de la MOE-UE (…) no hay garantías suficientes de que este panorama se repita con estas nuevas recomendaciones y menos en una elección tan decisiva como será la elección presidencial de 2024», expuso a Efe.
Además, señaló que la oposición no tiene la «fuerza política» para presionar al Gobierno para hacer cambios «importantes», sino a través de la negociación y de las «cesiones que ambos estén dispuestos a hacer».
LA UNIDAD, TEMA PENDIENTE
Aunque el diálogo es una parte fundamental para poder presionar por cambios en el sistema electoral para las elecciones presidenciales, la reorganización y la unidad es otro punto que la oposición debe abordar, agregó la experta.
Los antichavistas han ido mostrando cada vez más sus diferencias en los últimos cuatro años, incluso, en los comicios regionales y locales de noviembre pasado, en los que la mayoría decidió participar, pero no lograron ponerse de acuerdo para presentar una sola candidatura por estado.
Esto representa una ventaja para el chavismo, que aunque ha sufrido divisiones con el Partido Comunista de Venezuela (PCV), mantiene la preferencia entre los simpatizantes del Gobierno.
Ruiz también recordó que, probablemente, las condiciones electorales para las presidenciales no sean las idóneas para la oposición, por lo cual necesita definir la ruta a seguir.
«Hasta que no haya una definición sobre cuál será la ruta a seguir por parte de los actores políticos de oposición, los avances que hagan serán pobres a nivel estratégico», concluyó.
EFE
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