La Organización Mundial de la Salud recomendó el fármaco antiviral molnupiravir para pacientes con cuadros de COVID-19 que no revistan gravedad, pero que presenten un alto riesgo de ser hospitalizados.
Se trata de un antiviral que debe administrarse rápidamente después de la aparición de los síntomas y tomarse durante cinco días para evitar que el virus se replique. Se recomienda para “pacientes con COVID-19 no grave que corren el mayor riesgo de hospitalización”, dijo un panel de expertos internacionales de la OMS al British Medical Journal (BMJ).
Los pacientes con riesgo de hospitalización son los no vacunados, los ancianos, los inmunocomprometidos o quienes padecen enfermedades crónicas como la diabetes. Por otro lado, “los pacientes jóvenes y sanos, incluidos los niños y las mujeres embarazadas y lactantes” no deberían tomar el tratamiento, según el Grupo de Desarrollo de Directrices de la OMS, debido a efectos secundarios como retraso en el crecimiento óseo y muerte fetal, observados en estudios con animales.
Esta recomendación se basa en nuevos datos de seis ensayos controlados aleatorios en los que participaron 4.796 pacientes, el mayor conjunto de datos sobre este fármaco hasta la fecha, detalló la OMS en un comunicado de prensa.
Los resultados de estos ensayos sugieren que molnupiravir reduce el riesgo de ingreso hospitalario (43 ingresos menos por cada 1.000 pacientes de alto riesgo) y el tiempo de resolución de los síntomas (en promedio, 3,4 días menos) . Hubo un pequeño efecto sobre la mortalidad, con 6 muertes menos por cada 1.000 personas en el grupo que recibió molnupiravir.
De acuerdo con una guía actualizada de COVID-19 de la OMS que fue publicada en BMJ, la entidad internacional de salud define que esa enfermedad no es grave en cuadros con ausencia de infección crítica, como pueden ser signos de neumonía o un nivel bajo de oxígeno en la sangre.
El molnupiravir actúa evitando que el coronavirus se replique y ha demostrado ser eficaz contra las variantes Delta y Ómicron en estudios de laboratorio.
Los expertos recomiendan que el medicamento se tome lo antes posible después de que comiencen los síntomas o después de una prueba positiva de COVID-19.
Aunque los estudios detectaron que no hay efectos secundarios significativos del medicamento a corto plazo, existen preocupaciones sobre los efectos secundarios a largo plazo, como por ejemplo un mayor riesgo de cáncer, según los datos preliminares. Por lo tanto, el molnupiravir se recomienda solo para personas que corren el mayor riesgo de hospitalización.
El grupo de la OMS también reconoció los desafíos socioeconómicos para acceder a la medicación, particularmente en países de bajos y medianos ingresos, debido a sus costos.
“Aquellos con desventajas socioeconómicas tienden a tener menos acceso a los servicios, incluyendo pruebas de diagnóstico y tratamientos, y por lo tanto menos acceso a las intervenciones. Por lo tanto, esto puede exacerbar la inequidad en salud”, señalaron en sus directrices.
En diciembre, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) emitió una autorización de uso de emergencia de molnupiravir para adultos de alto riesgo con COVID-19 de leve a moderado. Ahora se une al anticuerpo monoclonal sotrovimab recomendado por la OMS para personas de alto riesgo que contraen COVID-19 no grave.
Un mes antes, en noviembre, Gran Bretaña se había convertido en el primer país del mundo en autorizar de emergencia el antiviral para su uso en personas mayores de 18 años con alto riesgo de que sus cuadros de COVID-19 se agraven.
El molnupiravir es una droga desarrollada por la empresa farmacéutica MSD -conocida en Estados Unidos y Canadá como Merck & Co.-, junto con su socio Ridgeback Biotherapeutics, que en fase experimental demostró reducir el riesgo de hospitalización o muerte en pacientes con coronavirus leve o moderado.
En los ensayos previos a su autorización, la píldora redujo el riesgo de hospitalización o muerte en aproximadamente un 50% de los pacientes tratados, de acuerdo con el análisis interino positivo del estudio de Fase III. En el análisis interino, el 7,3% de los pacientes que recibieron molnupiravir fueron hospitalizados o fallecieron, en comparación con el 14,1% de los pacientes tratados con placebo.
La droga, que promete interrumpir los contagios de COVID-19 en 24 horas, y cuyo nombre técnico es MK-4482/EIDD-2801, se trata de un inhibidor de ribonucleósido que se administra por vía oral. En principio, fue diseñado para tratar la gripe y evitar que el virus haga copias de sí mismo, creando errores durante la replicación del ARN viral. De comenzarse el tratamiento a tiempo, los contagiados podrían obtener grandes beneficios para ellos y el resto de la sociedad debido a que el medicamento podría detener el paso a la gravedad del paciente, hacer más breve su infección y evitar los brotes comunitarios.
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