El presidente francés, Emmanuel Macron, candidato ampliamente favorito en los comicios del mes próximo que pueden conducir a su reelección, sube con fuerza en los sondeos propulsado por su visibilidad en la gestión de la guerra en Ucrania y supera incluso el umbral del 30% de las intenciones de voto.
EFE
Macron sube en una semana cuatro puntos porcentuales, del 26,5% al 30,5%, mientras sus rivales más directos caen, según una encuesta del instituto demoscópico Ipsos-Sopra Steria publicada este sábado por Le Monde.
Su inmediata seguidora es la candidata de extrema derecha Marine Le Pen, retrocede un punto y se sitúa en el 14,5 %. Más retrocede todavía el otro gran pretendiente de extrema derecha, Eric Zemmour: dos puntos al 13%. Los dos se ven sin duda castigados por su apoyo o complacencia en el pasado con Vladímir Putin.
La conservadora Valérie Pécresse, que en su caso coincide casi en su totalidad con la posición de Macron en la respuesta a la invasión rusa de Ucrania, pierde también un punto y se queda en un 11,5%.
En el otro extremo del espectro político, el líder de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon avanza medio punto y se coloca por encima de Pécresse con un 12%.
La encuesta de Ipsos se hizo entre el miércoles y el jueves a una muestra representativa de 3.599 personas y pone en evidencia lo que ya avanzaban los analistas: la guerra debería beneficiar electoralmente al jefe del Estado como figura de confianza en una situación de crisis.
Según Le Figaro, que recopila los diferentes sondeos que publican los institutos demoscópicos sobre las intenciones de voto para los comicios presidenciales del 10 y del 24 de abril, Macron se ha afianzado en las últimas semanas como el candidato favorito.
Si se hace una media de los publicados en las últimas dos semanas, recibiría en la primera vuelta el 25,8% de los votos, seguido de lejos por Le Pen (17,2%), Zemmour (13,8%), Pécresse (13,8%) y Mélenchon (11,1%).
El presidente francés, que anunció oficialmente su candidatura el pasado jueves, lleva tiempo absorbido casi al completo por su actividad diplomática, primero para intentar evitar la guerra y ahora para intentar detenerla y gestionar algunas de sus consecuencias.
Ha multiplicado las conversaciones por teléfono con otros mandatarios directamente implicados, entre ellos Putin y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Pero también con otras figuras de oposición al jefe del Kremlin, como lo hizo el viernes con el presiente de la ONG rusa Memorial, Alexandre Tcherkassov, y este sábado con la escritora bielorrusa Premio Nobel de Literatura Svetlana Alexiévich.
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