Un día Nicolás Maduro asegura su apoyo irrestricto a Vladímir Putin en Ucrania. Al otro, modera su respaldo y llama al diálogo entre los dos países en conflicto, justo después de recibir en Miraflores a la delegación estadounidense de más alto nivel que visita Venezuela desde 1999. Cuatro días después, su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, se hace fotos con el canciller ruso, “el amigo Serguei Lavrov” en Turquía, en un encuentro en el que, aseguraron, hablaron sobre sus relaciones bilaterales. Así comienza Venezuela un juego a dos bandas en el terreno internacional.
El vuelco que ha dado la geopolítica mundial en el último mes sin duda abre una ventana de oportunidad a Maduro. El chavismo surfea la ola de la crisis por la invasión rusa a Ucrania para intentar mejorar su posición, después de años arrinconado por las sanciones económicas de Washington y los señalamientos de violaciones a los derechos humanos por las que le espera una investigación en la Corte Penal Internacional.
La reunión del 5 y 6 de marzo entre representantes de la Administración de Joe Biden y Nicolás Maduro sorprendió a todos. Ambas partes han reconocido que discutieron asuntos de “seguridad energética”. Tras el encuentro, el chavismo ha enviado alguna señal sobre peticiones que insistentemente ha hecho Estados Unidos. Anunció que retomará las negociaciones en México, de las que se levantó después de la extradición del empresario Álex Saab, acusado de lavado de dinero y señalado como testaferro de altos cargos del Gobierno, un tema que no ha vuelto a ser mencionado, especialmente desde que se supo que el colombiano estaba colaborando con la DEA desde 2018. También liberó a dos estadounidenses detenidos arbitrariamente, en respuesta a una negociación que llevaba meses empujando el enviado especial para rehenes Roger Carsten.
Pero un objetivo ulterior de este acercamiento tiene que ver directamente con el contexto energético, en el que Rusia, uno de los principales productores de petróleo del mundo, ha sido vetado por Estados Unidos y Reino Unido. La nación norteamericana era el mejor cliente —comprador seguro y buen pagador— que tenía Venezuela en la venta de petróleo hasta que en 2019 se impuso el embargo.
Puedes leer la nota completa en El País
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.