La victoria de Gustavo Petro y su elección como el primer presidente de izquierdas de Colombia deja un vacío en los liderazgos de la nueva oposición de derechas y la incógnita del papel que jugará Rodolfo Hernández, el candidato derrotado en la segunda vuelta.
EFE
Hernández, que vio frustrada ayer su llegada a la Presidencia, a pesar de haber sacado más votos (10.580.412) que el actual presidente, Iván Duque, en 2018, ha permanecido hoy misteriosamente callado en redes sociales, después de una campaña donde los mensajes en Twitter, TikTok o Instagram han sido su forma de comunicarse con sus seguidores.
La intención de Hernández, en principio, es asumir la curul en el Senado que se le otorga automáticamente al derrotado en la segunda vuelta, pero no se plantea por el momento emprender ningún desafío político más, como la gobernación del departamento de Santander, que se rumoreaba, confirmó este lunes a Efe su asesor político, el argentino Ángel Beccasino.
Pero, con precaución, el exalcalde de Bucaramanga aseguró en un corto video que va a «esperar primero a que sea notificado por parte de las autoridades electorales para tomar esa decisión».
EL RODOLFISMO SE DESINFLA
Este lunes festivo Bucaramanga, el feudo de Hernández, amaneció desierta y en la sede de campaña nadie, ni la seguridad que fuertemente la había custodiado en los últimos días, quedaba. El fenómeno «rodolfista», que tanto creció en el último mes se desinfló de la noche a la mañana, aunque podría revivir o continuar latente.
Los más de diez millones de votos suponen un «respaldo y responsabilidad muy fuerte» y son muestra del «movimiento tan fuerte que generó Rodolfo, que no se puede dejar huérfano», subrayó Becassino. Cuando el escrutinio alcanzó el 30 % y la tendencia se mantenía favoreciendo a Petro, Hernández, como «el hombre tranquilo y sereno que es», asumió la derrota.
«Tuvo una conversación muy grata con Petro, a quien deseó que sea coherente con lo que prometió» en campaña y con quien es muy probable que se reúna en algún momento próximo, tras la promesa de Petro de formar un gran acuerdo nacional con diferentes fuerzas políticas.
Hernández quedó en un segundo puesto que no sabe a derrota del todo, pero que difícilmente le erige como líder de la oposición, pues la semana pasada en una de sus retransmisiones aseguró que apoyaría al nuevo presidente «para que él con sus políticas dirija a los colombianos por el mejor camino».
LA PELOTA EN EL URIBISMO
La oposición ya no tiene «una fuerza tan grande como la tuvo el Centro Democrático alrededor de Álvaro Uribe contra (Juan Manuel) Santos», explicó a EFE el consultor en asuntos públicos, comunicación política y opinión pública Andrés Segura, socio de la firma Ennoia, refiriéndose a la última vez que la derecha ejerció oposición.
Por lo que, «primero la oposición tiene que reorganizarse y tiene que volverse mucho más seria», subrayó y esa reorganización podría ir en dos direcciones: hacia el radicalismo de la mano de la congresista María Fernanda Cabal o mediante figuras más pragmáticas como el senador electo Miguel Uribe Turbay, quien fue el más votado en las elecciones legislativas del 13 de marzo.
Cabal es una figura controvertida y que genera mucha polémica y que puede ser la que «ataque más fuertemente a Petro», mientras que Uribe «sabe traer las cosas» y «llamar la atención».
Uribe Turbay aseguró ayer que hará «una oposición inteligente» desde el Senado «pensando primero en Colombia; con base en hechos y no en odios; para construir, no destruir; sensata, no obstinada; que sea incluyente, no sectaria».
La senadora uribista, sin embargo, ya se ha cambiado la foto en sus redes a una imagen que dice «soy opositor» y ayer aseguró que «no es momento para el conformismo, es momento de luchar por nuestra libertad», difiriendo del mensaje que había lanzado el expresidente Uribe aceptando la victoria de Petro y alegando que «para defender la democracia es menester acatarla».
En esa misma línea de ataque se posiciona el exalcalde de Medellín Federico «Fico» Gutiérrez, quien quedó tercero en la primera vuelta del 29 de mayo, que incidió en que espera que Petro «respete la propiedad privada, la libre prensa, la iniciativa empresarial, el ahorro de los colombianos, a los opositores y a quienes pensamos muy diferente a usted».
Sin embargo, el problema que demostró «Fico», que solo consiguió la mayoría de votos en su tierra, el departamento de Antioquia, en la primera vuelta, es que sigue siendo un líder regional, por lo que «le toca construir cómo volverse un líder nacional», apunta Segura.
En todo caso, el presidente electo hizo ayer un llamamiento a quienes no le votaron a hacer un acuerdo nacional y habló de un cambio que no es vengativo ni «para construir más odios» o «para profundizar el sectarismo de la sociedad colombiana», sino para darle «la bienvenida a la esperanza, la posibilidad de abrir un futuro».
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