La apertura de la frontera es el primer paso para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, la reinauguración embajadas y consulados y la conexión por vía aérea de ambos países.
El anuncio de la reapertura de la frontera con Venezuela que ha hecho el recién elegido presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha causado una enorme satisfacción entre los empresarios de ambos países, especialmente los fronterizos, y ha sido tomado como un gran gesto por el Gobierno chavista de Nicolás Maduro. Se concreta una noticia que tiene rato siendo esperada por los sectores empresariales y el enjambre económico binacional, que han tratado de persuadir a las autoridades locales para levantar las restricciones mutuas. Al mismo tiempo, la medida otorga una dosis adicional de oxígeno un Gobierno aún asediado por las sanciones internacionales.
La normalización de las relaciones con Venezuela era algo que llevaban todos los candidatos colombianos en sus programas. Ese paso lo ha dado Petro y hubiera pasado lo mismo con Rodolfo Hernández, que hizo mucho énfasis en volver a dialogar con Caracas. También era una propuesta del candidato del centro, Sergio Fajardo, y hasta Fico Gutiérrez, la opción de la derecha, hablaba de una reapertura comercial. Había consenso en que había que lograr un deshielo entre dos naciones hermanas. Eso sí, Petro lanzó un mensaje claro al hablar en primer lugar con el presidente de Estados Unidos, y más tarde, después de haberlo hecho con una ristra de mandatarios latinoamericanos, ponerse al teléfono con Nicolás Maduro.
La porosa frontera de ambas naciones ha estado intermitentemente cerrada desde agosto de 2015, después de una decisión de Caracas. Fue el colofón de una creciente tensión entre Maduro y los presidentes colombianos Juan Manuel Santos e Iván Duque. Los pasos fronterizos del estado Táchira con el departamento de Norte de Santander, en el eje San Cristóbal-Cúcuta, que llevan consigo la mayoría del comercio binacional, tienen varios años clausurados para vehículos –hoy hay paso peatonal, que en otros momentos ha estado restringido–. El presidente Duque fue muy activo en el intento de crear un “cerco diplomático” sobre Venezuela que acabara en el derrocamiento de Maduro. Llegó a decir, con un tono épico, que a Maduro le quedaban horas de dictadura cuando surgió la figura de Juan Guaidó como presidente alternativo. Esa vía ha resultado ser un fracaso.
La medida anunciada por Petro parece el pórtico para determinar el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, una inusitada circunstancia después de siete años de malquerencias. Se comenta con insistencia que la aerolínea colombiana Avianca plantea retomar sus vuelos habituales a Caracas en pocos meses. “Este distanciamiento, las tensiones de estos años, el hecho de no tener consulados ni embajada, distancian la relación comercial formal entre ambos países. El comercio no se hace sobre el aire”, comenta Luis Alberto Russián, presidente de la Cámara Comercio Venezolano Colombiana, Cavecol, para quien la medida es una excelente noticia.
“El asentamiento del comercio formal abarata los costos transaccionales, la compra de insumos entre ambos países. Hay que trabajar para retomar canales, para ganarnos otra vez la confianza. Aquí gana la población, y esta medida coloca un reto al sector productivo nacional”. El directivo recuerda que, en 2008, la relación comercial en la frontera colombo-venezolana reportó montos cercanos a los 7.300 millones de dólares al año, y que en un año recesivo y pandémico como 2020, esta cifra se redujo a apenas 224 millones de dólares en medio de una diáspora masiva de venezolanos a tierras colombianas. “En 2021 levantó a 404 millones de dólares, y este año puede estar rondando los 800 millones”.
Para leer la nota completa, pulsa aquí
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.