El Pacto Histórico, la coalición con la que Petro llega al poder, tiene la primera minoría en el Senado y la segunda en la Cámara de Representantes en un parlamento muy atomizado, lo que le obligará a buscar coaliciones y consensos. El profesor titular de la Universidad Externado de Colombia, Jairo Libreros, adelanta que el Partido Liberal, que tiene la primera minoría en la Cámara de Representantes, se asoma como un posible aliado para que Petro tenga la mayoría simple en un cuerpo de 188 integrantes. El tema del Legislativo colombiano es trascendental debido a que es la «fuente primaria de gobernabilidad, en el sentido de controlaría a la administración de Gustavo Petro», precisa el analista.
El régimen de Nicolás Maduro ha celebrado la llegada del político izquierdista Gustavo Petro a la presidencia de Colombia con el apoyo de la coalición Pacto Histórico. Al saludo se sumó la Asamblea Nacional (AN) electa en 2020 y que es dominada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
La primera vicepresidenta de este Parlamento, diputada Iris Varela, se ha puesto a disposición de la administración de Petro para construir iniciativas que contribuyan a los intereses binacionales, aunque en estricto sentido el Legislativo debería entenderse es con el Congreso del vecino país. Varela tildó la victoria de Petro como un «triunfo del bolivarianismo».
La AN de mayoría chavista aprobó un acuerdo en el que, además de elevar las felicitaciones al mandatario y la electa vicepresidenta, Francia Márquez, ratifica la solidaridad con Colombia y promueve el acompañamiento de todas las iniciativas orientadas a materializar la «declaración de la comunidad de Estados Latinoamericanos que sostiene que la región debe estar en paz». Sin embargo, el triunfo de Petro no significa que este Parlamento será reconocido por el Congreso colombiano.
Las relaciones Colombia-Venezuela en los últimos 20 años han ido de mal en peor. Los desacuerdos con la administración vecina iniciaron en 2002, con el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, cuyo mandato fue hasta 2010.
En 2019 las relaciones llegaron a su fin, luego de que el presidente Iván Duque reconociera al líder de la AN del 2015, Juan Guaidó, como mandatario interino. Los vínculos legislativos corrieron con la misma suerte, luego de que el Congreso de esa nación desconociera los comicios parlamentarios venezolanos del 2020.
Luego de conocer su triunfo en la segunda vuelta presidencial del 19 de junio, Petro llamó a la unidad. Dijo que el evento electoral mostró a «dos Colombias cercanas en términos de votos». Afirmó que su gobierno procurará disminuir la polarización. Sin embargo, no lo tendrá fácil con un parlamento recién electo el 13 de marzo que resultó con una composición atomizada.
Petro asumirá el cargo ante ese Congreso el 7 de agosto, en este organismo no tiene por sí solo al número de congresistas necesarios para aprobar proyectos sin mayores inconvenientes. Su coalición Pacto Histórico, es la primera minoría en el Senado con 20 integrantes y la segunda minoría en la Cámara de Representantes (27) después del Partido Liberal que cuenta con 32 curules. La mayoría simple en esta instancia se alcanza con 55 votos.
Contrapeso Legislativo
Para el abogado, especialista en política internacional y profesor titular de seguridad y defensa nacional de la Universidad Externado de Colombia Jairo Libreros el tema del Legislativo es trascendental debido a que es la «fuente primaria de gobernabilidad, en el sentido de controlaría a la administración de Petro».
Libreros hace énfasis en que las fuerzas políticas van a quedar muy parejas. En este sentido cita informaciones extraoficiales para asomar que el Partido Liberal, uno de los dos partidos tradicionales de Colombia, podría sumar a la coalición de Petro sus 32 votos en la Cámara de Representantes y los 13 en el Senado. La fusión haría que el gobierno supere la mayoría simple, lo que le permitiría tranquilamente aprobar instrumentos legales.
En la Cámara de Representantes están registrados 30 partidos u organizaciones con representación propia, pero que el grupo de análisis citado, BCW Observer, agrupa en cuatro corrientes: de gobierno (40), independientes (46), dinámicos (52) y de oposición (50). El análisis califica como «dinámicos» al gupo donde no todos sus miembros tienen una posición determinada y puede cambiar dependiendo de la coyuntura.
En el Senado, los partidarios de Petro sumarían 27 votos, los independientes 27, los dinámicos 21 y los de oposición 33.
De acuerdo al BCW Observer «la determinación del diálogo para crear alianzas será esencial (para Petro) en sus primeros días de gobierno, especialmente con los partidos que se autodenominen como independientes y aquellos a quienes hemos categorizado como dinámicos».
El profesor titular de la Universidad Externado de Colombia está seguro de que Petro buscará consensos, aún si se confirma la alianza del Partido Liberal con el suyo. A su juicio, el recién electo gobernante sabe muy bien que no fueron amplias mayorías las que lo respaldaron en los comicios.
Jairo Libreros recalca que, con la llegada de Petro a la administración colombiana, van a presentarse nuevas dinámicas. «Por un lado se prevé retomar las actividades comerciales. Ahí tendrán un papel importante ambos Parlamentos (el venezolano y el colombiano), para el retome de las relaciones comerciales y bilaterales».
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