Las autoridades de Coahuila detuvieron a tres migrantes venezolanos que planificaban pasar el río Bravo para llegar a territorio estadounidense y pedir refugio.
Los migrantes venezolanos fueron aprehendidos en acciones conjuntas desarrolladas este miércoles entre el Instituto Nacional de Migración (INM) y la policía de Piedras Negras, organismos que desde la semana pasada ha intensificado sus operaciones de vigilancia en la zona fronteriza.
Entre los detenidos, además de los venezolanos, había 19 nicaragüenses, 5 cubanos y 1 hondureño.
La noche anterior se habrían registrado operativos en la ciudad para localizar a los migrantes que no tuviesen permiso de transitar por esta zona.
Ya la semana pasada al menos 10 venezolanos fueron detenidos en el inicio de un plan de reforzamiento de vigilancia para tratar de frenar la migración irregular.
El viernes las autoridades abordaron al pequeño grupo que caminaba en el sector Gordo Sur de la colonia Buenos Aires, a menos de un kilómetro del Río Bravo, zona por la que a diario pasan centenares de migrantes centroamericanos y latinos en busca de llegar a Estados Unidos.
A los migrantes les pidieron sus documentos y los subieron a una unidad para trasladarles hasta la oficina migratoria principal de Piedras Negras, donde revisaron si tenían expedientes o eran siendo solicitados. Aún se desconoce si fueron enviados a la frontera sur de México o dejados en libertad en la misma ciudad.
De acuerdo con el comunicador alternativo Carlos García, quien documenta desde la orilla del Río Bravo el cruce de los migrantes irregulares, en los últimos meses se han registrado múltiples días en los que pasan hasta medio centenar de venezolanos a Eagle Pass, en Texas.
Esa cantidad es solo por Piedras Negras. Si se tomara en cuenta los que pasan mediante la zona de Acuña, la cifra de venezolanos que ingresan por Coahuila sería mayor.
«Todos los días hay venezolanos que llegan en pequeños grupos. Eso es constante, no paran», explica García, de la plataforma Lo que callan en Piedras Negras.
Ya en territorio estadounidense, los venezolanos se entregan a la patrulla fronteriza que resguarda la zona, que les lleva a un espacio donde les hidratan y les mantienen a salvo mientras los funcionarios de migración los buscan para trasladarlos a los centros de retención transitoria, donde tienen la entrevista de miedo creíble, con la que determinarán si les permiten quedarse para aplicar a un proceso legal con el que podrían recibir asilo o son deportados.
De acuerdo con la Comisión de Ayuda al Refugiado (Comar), en lo que va de 2022, han ingresado al país 7.196 venezolanos para pedir refugio, lo que ubica como la cuarta nacionalidad que en solicitudes de esta medida.
Coahuila comparte 512 kilómetros de frontera con Estados Unidos y es una de las regiones por las que más pasa la mayoría de los migrantes venezolanos que buscan protección en territorio estadounidense.