Tras cuatro días del inicio de los incendios, los bomberos del departamento de Gironda continuaban este sábado una lucha «titánica» para sofocar dos incendios que arrasaron más de 10.000 hectáreas de bosque y que obligaron la evacuación de más 14.000 personas en el suroeste de Francia.
El avance del fuego se da justo en medio de una ola de calor generalizada que se prevé continúe todo el fin de semana en Francia.
«Varios incendios siguen activos en Francia, sigo de cerca las operaciones», escribió el sábado en la noche el ministro del Interior, Gérald Darmanin, a través de Twitter.
El funcionario entregó un saldo actualizado tras los incendios: «10.000 hectáreas quemadas en Gironda y miles de personas evacuadas. (…) En Bocas del Ródano, el fuego está apagado».
En los municipios de Landiras y Guillos, al sureste de Gironda, la situación era aún «crítica» en la noche, con «más de 7.000 hectáreas» quemadas, informó la prefectura en un comunicado de prensa.
En total, «más de 14.000» residentes y turistas tuvieron que evacuar de urgencia y fueron dispuestos siete resguardos y una unidad para atender emergencias médicas y psicológicas.
«Trabajamos en los costados para dar solución. Esto es vigilancia en todo momento, día y noche, no hay descanso», reportó el responsable de comunicación del Servicio Departamental de Incendios y Rescate de Gironda, Laurent Dellac.
Los incendios, que hasta la fecha no han causado víctimas mortales, iniciaron con la ola de calor que azota a Francia desde el lunes, y que se extiende principalmente en el oeste y el sur, donde habrá temperaturas máximas todavía muy altas hasta principios de la próxima semana, de entre 35°C y 40°C, según Météo France.
El departamento de Gironda está en nivel de vigilancia naranja al igual que otros 37 departamentos en Francia.
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