Las autoridades ucranianas han pedido a las Naciones Unidas y al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que investiguen el ataque contra una cárcel de la autoproclamada República de Donetsk en el que murieron 40 prisioneros de guerra ucranianos.
Las Fuerzas Armadas, el Ministerio de Defensa, los servicios de seguridad y el Defensor del Pueblo de Ucrania solicitaron el viernes en un comunicado conjunto que estas organizaciones envíen representantes para esclarecer la “masacre”.
“El bombardeo es un cínico acto de terrorismo por parte de la Federación Rusa, una provocación militar y una clásica operación de falsa bandera con el propósito de ocultar crímenes de guerra, desacreditar a las fuerzas armadas ucranianas e incrementar las tensiones en la sociedad ucraniana”, afirmaron.
El comunicado negó una vez más que Ucrania estuviera detrás del ataque contra la prisión, situada en la localidad de Yelenovka (también conocida como Olenivka, en ucraniano), ya que el Ejército ucraniano dispone de “equipamiento suficiente” para “identificar sus blancos” con precisión, argumentaron.
“Rusia cometió otro horrendo crimen de guerra al bombardear un centro penitenciario en la región ocupada de Olenivka donde mantenía retenidos a prisioneros de guerra ucranianos”, dijo el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, en Twitter.
El hecho de que los prisioneros fueran trasladados a las instalaciones de esa localidad poco antes del ataque, así como la ausencia de hostilidades en ese emplazamiento, demuestran que se trata de una eliminación premeditada, afirmó el comunicado.
Otras pruebas proceden del análisis de los daños producidos por la explosión y de conversaciones de la parte rusa interceptadas, que no dejan “lugar a dudas” de que el ataque constituye una “grave violación del derecho internacional”.
Las autoridades ucranianas recordaron además que los soldados cautivos en la prisión habían sido evacuados de la ciudad asediada de Mariúpol como parte de una operación coordinada por la ONU y por el CICR.
Sin embargo, el compromiso de la parte rusa de “preservar las vidas y salud” de los cautivos fue “violado de forma cínica” a través del “asesinato organizado” que se ha producido en Yelenovka.
Por ello, concluyen las autoridades ucranianas, es preciso que acudan al lugar de los hechos representantes de la ONU, del CICR, de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento ucraniano y del Centro Conjunto para la Búsqueda y Liberación de Prisioneros de Ucraniana para realizar una misión de investigación.
El ministerio precisó que la prisión albergaba, entre otros, a miembros del batallón de Azov, una división que ganó notoriedad por su defensa de la ciudad de Mariúpol frente al avance de las tropas rusas y que Moscú afirma se trata de una formación neonazi.
Los separatistas prorrusos de Ucrania acusaron este viernes a las fuerzas de Kiev de atacar con misiles la cárcel, en la que se encontraban entre otros prisioneros miembros del batallón Azov, para infundir miedo a sus soldados y evitar que se dejen capturar.
“Las fuerzas armadas de Ucrania, que adhieren plenamente a los principios y normas del derecho internacional humanitario, nunca han llevado a cabo ni llevan a cabo bombardeos de infraestructuras civiles, especialmente en lugares donde es probable que se encuentren prisioneros de guerra”, aseguró el Estado Mayor ucraniano en un comunicado.
“Las fuerzas armadas ucranianas no realizaron ningún ataque con misiles ni artillería en la zona de la prisión de Olenivka”, reza la nota.
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