La inteligencia de EE.UU. cree que Rusia está inventándose pruebas para atribuir a Ucrania el ataque perpetrado la semana pasada contra una cárcel en la autoproclamada República Popular de Donetsk, en el que murieron medio centenar de prisioneros ucranianos.
Según dijo a Efe un funcionario estadounidense, la inteligencia del país determinó que Rusia está «falsificando pruebas» para atribuir a Ucrania el ataque de la cárcel, ubicada en la localidad de Yelenovka (también conocida como Olenivka, en ucraniano).
Estados Unidos incluso tiene «motivos» para creer que Rusia puede ir tan lejos como para presentar el escenario de una forma que parezca que los misiles Himars, suministrados por EE.UU. a las Fuerzas Armadas ucranianas, son los culpables del ataque a la prisión.
Según la citada fuente, Rusia tiene previsto terminar todos esos preparativos antes de que puedan acceder al lugar de los hechos periodistas o investigadores.
Estados Unidos hizo públicas esas acusaciones contra Rusia después de que el miércoles la ONU anunciara una misión especial para investigar el ataque contra la cárcel.
Ese ataque ha sido objeto de acusaciones cruzadas: Rusia acusa a Ucrania y EE.UU. al asegurar que el ataque fue perpetrado con misiles Himars, mientras que Ucrania niega rotundamente estar detrás del bombardeo que acabó con la vida de sus propios hombres y apunta a mercenarios de la compañía militar privada rusa Wagner.
Rusia ha confirmado la muerte de 50 de los 193 prisioneros ucranianos que se encontraban en la penitenciaría, entre los que pueden figurar miembros del batallón Azov, considerados «nazis» por las autoridades rusas y héroes por los ucranianos por su resistencia a las fuerzas rusas en la acería de la ciudad de Mariúpol.