De acuerdo a los especialistas, durante la noche, los pensamientos negativos tienen «vía libre» en nuestra mente. Y aparecen deseos que perjudican nuestra salud, como fumar un cigarrillo o degustar comida chatarra. E incluso, algo peor.
Muchos estudios han acumulado evidencia durante años que sugiere que la mente humana funciona de manera diferente si está despierta durante la noche.
Pasada la medianoche, las emociones negativas tienden a llamar nuestra atención más que las positivas, las ideas peligrosas se vuelven atractivas y las inhibiciones se desvanecen.
Según un nuevo estudio, el ritmo circadiano humano, que regula los cambios en las características físicas y mentales que ocurren en el transcurso de un día, estaría muy involucrado en estos cambios críticos en la función.
Su hipótesis, llamada Mind After Midnight, sugiere que el cuerpo y la mente humanas siguen un ciclo natural de actividad de 24 horas que influye en nuestras emociones y comportamiento.
Es decir, a determinadas horas, nuestra especie se inclina a sentir y actuar de determinadas formas, afirma el estudio, cuyos resultados fueron publicados en Frontiers in Network Psychology.
Durante el día, por ejemplo, los niveles moleculares y la actividad cerebral se ajustan a la vigilia. Pero por la noche, nuestro comportamiento habitual es dormir.
Desde un punto de vista evolutivo esto, por supuesto, tiene sentido. Los humanos son mucho más efectivos para cazar y recolectar durante el día, y aunque la noche es excelente para descansar, los humanos corrieron un mayor riesgo de ser cazados.
Según aseguran los investigadores, para hacer frente a este mayor riesgo, nuestra atención a los estímulos negativos aumenta de forma inusual durante la noche.
Si alguna vez nos ayudó a atacar amenazas invisibles, este hiperenfoque en lo negativo puede alimentar un sistema alterado de recompensa/motivación, lo que hace que una persona sea particularmente propensa a comportamientos de riesgo.
A eso se agrega la pérdida de sueño, y este estado de conciencia solo se vuelve más problemático, dicen los investigadores.
«Hay millones de personas que están despiertas en medio de la noche, y hay bastante evidencia de que su cerebro no funciona tan bien como lo hace durante el día», contó la autora principal del estudio, la neuróloga Elizabeth Klerman, de la Universidad de Harvard, EE.UU.
«Mi petición es que se realicen más investigaciones para analizar eso, porque su salud y seguridad, así como la de los demás, se ven afectadas», pidió la científica.
Klerman y los demás autores usaron dos ejemplos para ilustrar su punto. El primer ejemplo es el de un usuario de heroína que maneja con éxito sus ansias durante el día, pero sucumbe a sus deseos por la noche.
El segundo es de un estudiante universitario que lucha contra el insomnio, que comienza a sentir una sensación de desesperanza, soledad y desesperación a medida que se acumulan las noches de insomnio.
Ambos escenarios pueden resultar fatales en última instancia. El suicidio y las autolesiones son muy comunes durante la noche.
De hecho, algunas investigaciones encontraron un riesgo tres veces mayor de suicidio entre la medianoche y las 6 am en comparación con cualquier otro momento del día.
Y las personas toman más sustancias ilícitas o peligrosas por la noche. En 2020, una investigación en un centro de consumo de drogas supervisado en Brasil reveló un riesgo 4,7 veces mayor de sobredosis de opioides por la noche.
Durante aproximadamente seis horas al día, sabemos sorprendentemente poco sobre cómo funciona el cerebro humano. Ya sea dormida o despierta, la mente después de la medianoche es un misterio.
Con información de ScienceAlert
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