Los expresidentes chilenos elegidos en democracia votaron hoy con disparidad de opiniones sobre la nueva Constitución y un llamamiento común a la unidad y a la necesidad de dejar atrás la carta magna escrita en 1980 por la dictadura de Augusto Pinochet y reformada parcialmente en democracia.
EFE
La primera en ejercer su derecho fue la expresidenta Michelle Bachelet, que se encuentra en Ginebra debido a su cargo como Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, al que puso fin el pasado 31 de agosto.
Bachelet, partidaria del apruebo e impulsora de un proyecto para cambiar la Constitución que quedó interrumpido por la llegada de su sucesor, Sebastián Piñera, aseguró que el destino del país queda «en las manos de todos».
“El Plebiscito de hoy es un proceso democrático y participativo que significa que como chilenos somos capaces de seguir perfeccionando la democracia. La gente vaya a votar con tranquilidad y mucha esperanza», afirmó ante los medios.
La expresidenta volvió a recordar los versos de Pablo Milanés al comentar su opinión sobre el proyecto de Constitución (“no es perfecta, más se acerca a lo que yo simplemente soñé”) y subrayó que incluso si ganara esa opción hay voluntad entre los partidarios para poder precisar o hacer ajustes en el texto.
“Lo que ha propuesto el presidente de la República (Gabriel Boric) es que se abra una nueva convención” constitucional, recordó.
PIÑERA DICE QUE CHILE NECESITA «UNA NUEVA Y BUENA CONSTITUCIÓN»
El político conservador votó en un colegio de la comuna de Las Condes, en la zona alta de la capital, junto a su esposa, Cecilia Morel, y algunos de sus nietos, en traje y cómodas zapatillas.
“Llevamos demasiado tiempo de confrontación, violencia. Solo con unidad vamos a poder construir la casa de todos, afirmó antes de señalar que “tenemos un compromiso por una nueva y buena Constitución, y ese compromiso lo vamos a cumplir”.
«A partir de esta noche es importante que predomine el diálogo y dejemos fuera la cultura de la cancelación. Chile es un país maravilloso y tenemos la oportunidad de tener una vida más feliz. Lo mejor está por delante. Se requiere una nueva actitud. En los últimos tiempos la división pasó todos los límites”, finalizó tras instar a la población «a votar con alegría».
UNA CONSTITUCIÓN DE TODOS
El expresidente Eduardo Frei, que también se ha posicionado en favor del rechazo, volvió a insistir en la idea de que el texto a consulta no está bien hecho y habló de la necesidad de avanzar para construir la paz y acabar con la crispación.
“Los chilenos quieren una Constitución que sea de todos, apoyada por todos”, dijo Frei tras depositar el sufragio en un colegio del área metropolitano de Santiago de Chile.
Chile “quiere diálogo, paz y no la violencia de los extremos, junto con no querer incertidumbre”, afirmó antes de subrayar que “independiente del resultado de hoy en la noche, mañana se abre una nueva etapa, en la que hay que buscar acuerdos para hacer reformas”.
“Lo que quieren todos los chilenos es una constitución que sea para todos, apoyada por la gran mayoría, para no seguir en esa incertidumbre y permanente ambiente de intolerancia, totalmente encrispado. Chile se merece paz para progresar”, dijo Frei, cuyo partido, la Democracia Cristiana, está dividido respecto a plebiscito”.
INCERTIDUMBRE EN TORNO A LAGOS
El expresidente Ricardo Lagos, uno de los grandes impulsores de la reforma de 2005, que lleva su nombre y firma, no quiso dejar claro cuál fue el color de su voto, e incluso si marcó una de las opciones u optó por el blando.
En una larga declaración a los medios, no dejó, apoyó ninguno a las dos opciones, pidió unidad, defendió la institucionalidad y demandó respeto para el presidente Gabriel Boric y las decisiones que tome una vez se conozca el resultado.
«Lo importante es entender que lo que estamos aprobando es la ley de las leyes, una carta constitucional significa las normas por las cuales civilizadamente los ciudadanos y ciudadanas de Chile resolvemos nuestras diferencias naturales en toda sociedad», afirmó.
«Y las normas para resolver esas diferencias tienen en consecuencia que tener un alto grado de legitimidad y un alto grado de participación», subrayó.
Lagos se mostró «preocupado» por la polarización del país y advirtió que sea cual sea el resultado, el día 5 se retomará en Chile «el debate constitucional».
«Ganado el apruebo va a haber temas para reformar, y ganado el rechazo hay que ver cómo se sigue nuevamente el proceso, y lo importante es saber que ante este tema tiene que haber convergencia y unidad de los chilenos, y dado que algunos van a aprobar y reformar, habrá entonces una convergencia de todos para mañana para comenzar un nuevo debate presidencial», insistió.
«Y si ganó el rechazo, el presidente de la República tendrá que hacer las tareas adecuadas. Hay una gran responsabilidad que estoy seguro el presidente Boric va a ser capaz de afrontar por el bien de Chile», concluyó antes de decir que queda a disposición para lo que se necesite.
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