En su primera entrevista televisiva desde que regresó de su visita a la central nuclear de Zaporiyia, en Ucrania, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, dijo a Christiane Amanpour de CNN que sigue existiendo un «peligro muy grave».
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«La situación (…) sigue siendo muy preocupante», dijo Grossi. «Los bombardeos continúan, así que, efectivamente, seguimos enfrentándonos a un peligro muy grave».
Cuando Amanpour le preguntó si había una amenaza inminente —incluso de una posible fusión nuclear—, Grossi dijo que lo dudaba por ahora, pero que los bombardeos continuos suponían, no obstante, una amenaza permanente.
«El mero hecho de que haya una continuidad de ataques y bombardeos, deliberados o no, a sabiendas o no, la gente está golpeando una central nuclear, la más grande de Europa. Así que debo decir que el peligro continúa», dijo.
Amanpour preguntó a Grossi si el OIEA podía determinar quién estaba detrás de los bombardeos, ya que tanto los ucranianos como los rusos se han culpado mutuamente.
«No puedo hacer esa determinación. No tenemos los medios para hacerlo. Como saben, habría que vigilar la operación militar en la región y toda su amplitud, lo que no solo está más allá del mandato del OIEA, sino que requeriría enormes capacidades», dijo Grossi.
Además dijo que el ámbito y la responsabilidad del OIEA es «examinar la seguridad de la instalación para determinar lo que realmente está sucediendo». «Por eso mi visita allí, la inspección allí, y el hecho de que ahora tenga gente que se ha quedado, por lo que el OIEA se queda en la planta, era esencial, indispensable».
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