El Rey Carlos III heredó el trono del Reino Unido como el monarca más longevo de la historia tras la muerte de su madre, la Reina Isabel II, quien reinó por 70 años consecutivos. Tras el cambio en la generación de la monarquía han surgido historias relacionadas con la familia real, como el hijo ilegítimo del nuevo rey, o la vinculación de su majestad con los vampiros.
Previo a ascender como la figura máxima de la realeza británica, el entonces príncipe Carlos adquirió varias propiedades, entre ellas una que lo vincula con los míticos seres nocturnos que surgieron en el folclore de algunos países de Europa, los llamados vampiros.
Entre las propiedades más conocidas que el hijo mayor de “Lilibet” y de Felipe de Edinburgo ostenta que son de su familia figuran el Palacio de Buckingham, el Castillo de Windsor, el Castillo de Balmoral y el Palacio de Kensington.
En sus años de servicio como príncipe heredero al trono, Carlos III viajaba por todo el mundo, en especial por tierras europeas, donde halló una propiedad que le llamó la atención por su tranquilidad, la cual se localiza en Rumania, país donde de origen del afamado conde Vlad III, el “Empalador”, cuyo sádico comportamiento sirvió de inspiración para la creación del vampiro Drácula del escritor Bram Stoker.
¿Cómo es la propiedad que vincula a Carlos III con los vampiros?
El hogar de Carlos III en Rumania es conocido como La Casa Azul, la cual compró en el año 2006. Su principal motivo fue enamorarse de la zona que conoció durante una visita oficial que hizo en 1998. La casa de campo está ubicada en el pueblo rural de Viscri, una villa emblema de Transilvania, donde el personaje del escritor tenía sus aposentos desde su enorme castillo.
El Rey Carlos III normalmente pasa un par de días cada año en La Casa Azul donde acostumbra a saludar a los lugareños y saliendo de excursión. La casa cuenta con siete habitaciones y no tiene radios ni televisores en el interior para crear una atmósfera pacífica y tranquila, tal como así lo desea el ahora rey.
Los días que el Rey Carlos III visita la casa de campo, esta queda abierta al público en general que puede acceder a ella, por lo que crecen los rumores sobre el vínculo con el vampirismo que presuntamente tiene el monarca por la atmósfera que envuelve tanto con sus costumbres del rey como con el ambiente serio y austero del lugar.
Además de las siete habitaciones, las cuales todas cuentan con baño, la casa tiene un salón, un comedor, una sala de estar, una cocina grande y un granero de desayuno al aire libre que ostenta un enorme horno de pan.
El amor del rey Carlos III por Transilvania se debe en parte a la armonía de la gente local y la naturaleza que se puede encontrar en Rumania, según reporta el medio británico The Mirror, quien citó al monarca en una docuserie titulada Wild Carpathia: «Es el último rincón de Europa donde se ve la sostenibilidad completa y la verdadera resiliencia”.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones, descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.