Los pescadores, los trabajadores de las plantas procesadoras del cangrejo azul y sus familias, con suma preocupación, solicitaron al Ministro para la Pesca y la Acuicultura, Juan Carlos Loyo, el levantamiento de la medida de prohibición de la pesca del crustáceo.
En asambleas simultáneas realizadas a todo lo largo de las costas, aguas abajo del Lago de Maracaibo; allí, donde se cosecha el producto costero, objeto de prohibición, el clamor es unánime: derogar la medida interpuesta por el despacho ministerial a través de Insopesca, deteniendo la producción de la pesquería del cangrejo azul, justo después del levantamiento de la veda.
Mientras los días transcurren, aunque la problemática ya se está midiendo en horas de desocupación, el Gobierno Nacional sigue estudiando las fluctuaciones de los precios internacionales del Cangrejo Azul, con el único objetivo de buscar la mejor solución posible de acuerdo a evolución y las condiciones del mercado que comercializa este crustáceo.
Sin embargo, en las orillas del lago de Maracaibo, la realidad golpea duro en el estómago de los afectados: “Queremos hacerle entender –dicen-, que aquí hay muchas madres de familia, quienes en su mayoría trabajamos en el proceso de producción de la pesquería del cangrejo y hoy nos encontramos en situación precaria”.
El caos por paralización, se apodera de los hogares de los grupos de personas que hacen vida con y para la producción del manjar, exótico, en parajes internacionales.
“Tenemos muchos días sin trabajar –expresan los grupos de trabajadores, dependientes de la pesca del cangrejo azul en el Sur del Lago de Maracaibo-. Estamos muy preocupados porque nuestra calidad de vida, se va perdiendo por cada día que dejamos sin trabajar”.
El llamado al ministro Juan Carlos Loyo, es dramático y contundente: “¡nuestro lema es que queremos trabajo, queremos trabajo!”.
Asambleas a granel
Por su parte, pescadores de siete comunidades del Sur del Lago, solicitaron a las autoridades levantar la prohibición de la pesca del Cangrejo Azul.
En una asamblea realizada el pasado 17 de noviembre, previa a las celebraciones de la Virgen de Chiquinquirá en la capital zuliana, representantes de las comunidades de Boscán, Gibraltar, Bobures, Palmarito, San Antonio, San José y Santa María, solicitaron formalmente a Loyo, levantar la media de prohibición.
Expresaron en el acta levantada a tales fines, que “la solicitud se hace por consenso del pescador y de su economía y la de gran parte del municipio que depende esta actividad”.
Esta asamblea, en la que participaron todas las partes en la cadena de producción del rubro de explotación del crustáceo, establecieron incluso, precios de arrime muy por encima de lo estipulado regularmente. Lo cual se traduciría en ganancias directas para el propio pescador.
Hasta la fecha, no se han escuchado propuestas alternas del Gobierno nacional en este sentido.
Los precios en los Estados Unidos siguen iguales, y hasta han bajado algunos centavos de dólar en los últimos días; la demanda del cangrejo azul persiste y ahora se corre el peligro de que otros ofertantes del producto como Filipinas, Vietnam, Indonesia o China irrumpan en un mercado altamente competitivo. Si esto sucede, de nada habrían valido los sacrificios y la puja por mejores precios que los pescadores y trabajadores de las plantas de producción vienen realizando.
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