El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, se mostró hoy convencido de que la UE aprobará un séptimo desembolso de 500 millones de euros para enviar armas y equipamiento militar a Ucrania antes de la cumbre que celebrará con Kiev, el próximo 3 de febrero.
Cuando se apruebe, la UE habrá destinado ya más de 3.600 millones de euros a este fin desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero del año pasado, con dinero procedente del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (FEAP).
Cuando se aprobó en 2021, ese fondo tenía un techo de gasto de 5.000 millones de euros hasta 2027, pero el estallido de la guerra ha trastocado los planes iniciales de la UE, por lo que se espera que la UE apruebe a principios de este año un aumento de 2.000 millones (a precios corrientes de 2018).
El anuncio del alto representante coincidió en un momento en que se está aumentando la presión sobre Berlín para que permita entregar a Ucrania los tanques Leopard 2 y después de que otros países como Estados Unidos o Francia hayan anunciado el envío de nuevos vehículos blindados a Kiev.
«En Ucrania hemos actuado de forma decisiva y geopolítica», dijo hoy Borrell en un debate en el Parlamento Europeo sobre la política común de seguridad y defensa de la UE.
Además del desembolso para el suministro de armas, Borrell puso como ejemplo la decisión de crear la misión para entrenar a 15.000 soldados ucranianos en la UE durante los dos próximos años o las medidas que la UE está llevando a cabo para desvincularse de los combustibles fósiles rusos.
Esta forma de actuar «debe ser la norma en todas partes», señaló el alto representante, que se felicitó también por el «impulso» que la UE ha dado al proceso de ampliación en los últimos meses, ofreciendo el estatus de países candidatos a Ucrania, Moldavia y Bosnia y Herzegovina.
En este contexto de la vuelta de la guerra a suelo europeo, Borrell dijo que la UE está avanzando en el despliegue de su nueva fuerza modular rápida de hasta 5.000 efectivos, de la que se realizarán los primeros ejercicios en el segundo semestre del año próximo, bajo la presidencia española de turno del Consejo de la UE, y que debe estar plenamente operacional en 2025.
Más allá del conflicto en Ucrania, señaló la creciente competencia entre Estados Unidos y China, que «se está convirtiendo en la principal fuerza estructural del orden global», que sin embargo, no conlleva una vuelta al mundo bipolar de la Guerra Fría sino a otro «orden multipolar desordenado».
En este sentido, dijo que «el papel cambiante de China» continúa siendo una prioridad para la UE, que desde el punto de vista económico tiene una «más dependencia» de Pekín de cara a lograr la transición energética, de la que actualmente tiene de Rusia respecto a sus combustibles fósiles. EFE
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