El pasado 30 de diciembre de 2022 comenzó una fiesta en la población de Chivacoa, estado Yaracuy, que terminó enlutando a las familias de esa comunidad.
Una investigación habría revelado que la bebida artesanal llamada “muerte lenta” que provocó el deceso de al menos 11 personas en Yaracuy, no solo contenía metanol, sino también restos de gasolina.
Notiguaro indicó que el primer análisis que le hicieron al licor señaló que tenía 24.5 grados de etanol y 40.000 partes por millón de metanol, un componente que se considera altamente tóxico para el consumo humano.
No obstante, los envases donde prepararon la “muerte lenta” tenían restos de combustible, lo que alteró todavía más su contenido.
Desde el pasado 4 de enero fueron hospitalizados más de 25 personas, todos presentaron dolores de cabeza y náuseas que empeoraban con el paso de las horas hasta que les provocó pérdida de visión, mareos e insuficiencia respiratoria.
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